Si un día tengo que volver a parir…
Si un día tengo que volver a parir, por favor, que sea en casa. Con los míos, con poca luz, con una ginecóloga que me entienda y me atienda como nos merecemos todas las mujeres y todos los bebés del mundo. Rodeada de mujeres que sepan esperar, apoyarme y animarme cuando lo necesite. Personas de pocas palabras y de mucha, infinita empatía. Acompañada de profesionales que sepan hacer meticulosamente su trabajo y que a la vez, tengan la inteligencia emocional que requiere atender una mujer que está pariendo.