¡Quiero ir a upa!

27.1.2012

¿Hay alguien con hijos que no haya oído «¡a upa!» o “¡brazos!” (da igual) diez millones de veces? Este post va especialmente dirigido a los padres que tienen hijos que rondan el año y por lo tanto, más tarde o más temprano empezarán a caminar. Es un mensaje que os envío para que dentro de unos meses no digáis que nadie os había avisado.

Llevé a mi hija a en brazos (o mochila) durante muchos y muchos meses hasta que mi espalda comenzó a quejarse y hasta que ella también empezó a gatear como una fiera, cada día más rápido y más ágil. Entonces, inocente de mí, pensé que eso de llevarla encima iría acabando porque cuando empezara a andar, pasaríamos radicalmente a una nueva etapa. A los 13 meses y medio hizo sus primeros pasos y es cierto que durante unos meses no tenía ningún otro interés que no fuera practicar, practicar y practicar; caminar más y mejor, caminar más y más rápido hasta que aprendió también a correr y a saltar con los pies juntos.

Pero una vez todo este aprendizaje estuvo integrado comenzó el «¡a upa!». Los primeros días pensaba que tal vez le pasaba algo, o que estaba cansada, o que… Intentaba encontrar el motivo, la razón, por la que ella, ahora, no quería andar ni, atención, ¡ir al cochecito! ¡Llevar 13 kg con un solo brazo para con el otro empujar el carro cuando estaba sola era terrible! Confieso que hubo días que me puse de muy mal humor. Era insoportable intentar ir a pasear o hacer algo que requiriera un desplazamiento un poco largo. Un buen día vi la luz: no le pasaba nada, simplemente, ya sabía andar y caminar porque sí no tenía mucho interés para ella. Y quizás más importante aún: había visto que se hacía mayor, que podía separarse, que se podía alejar de nosotros si lo quería y supongo que de manera inconsciente, necesitaba volver a los brazos de papá y mamá para acabar de nutrirse. Un niño con 18 meses todavía es un niño pequeño. No es un bebé, es cierto, pero es un niño todavía muy pequeño, fusionado emocionalmente, y en ese umbral en el que hay días que es más bebé que niño y hay días que es más niño que bebé.

Era evidente: yo tenía que cambiar la estrategia, la forma de pensar y sobre todo, la manera de proceder. Si no, cada día cuando salíamos a la calle era una tormento para ella y para mí. Primero la entendí, luego hablé con ella explicándole muy bien qué estaba pasando y por qué mamá había algún día que se había enfadado cuando me pedía «a upa». Después, empecé a planificar mejor los desplazamientos, intentando dejar el coche más cerca, movernos a la hora de la merienda para que así estuviera un rato en el cochecito comiendo… Y llenándome de paciencia sabiendo que ese momento también pasaría. Ah, y también, no lo negaré, ¡alguna visita al osteópata!

Al cabo de unos meses dejó de pedirme que ir en brazos, creo que se apiadó de mí ;). Entonces sólo se lo pedía a su padre y él, que de hecho tampoco la llevaba tanto como yo, no le molestaba que se lo pidiera. Ahora, que está a punto de hacer dos años y medio puedo asegurar que hay muchos días que ni siquiera sacamos el cochecito y que ella anda todo el tiempo y hace recorridos realmente largos. Eso sí, hay ratos en casa que me pide ir en brazos, pero nos sentamos en el sofá y de hecho, lo que quiere en realidad es llenarse de contacto, de piel y de mimos que le doy con todas las ganas del mundo.

Nada más, es simple: los niños quieren ir en brazos, en contacto, durante muuuucho tiempo (mucho más que lo que dura la “gestación extrauterina”). Es normal y en mi opinión, es bueno que vayan. Por cierto, ahora que lo pienso… yo de pequeña tengo fotos en los hombros de mis dos padres hasta muy, muy mayor. Pero eso le tocará a mi compañero… por suerte! 😉

PD: Por cierto, que bién que va el cochecito para llevar la compra, las chaquetas, el bolso, los muñecos…!

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Míriam Tirado

Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

33 comentarios

  1. El meu està en procés de voler caminar i caminar… però sempre em porto el fular o manduca per si de cas vol coll (perquè el meu cotxet també acaba servint per dur de tot menys el nen!). En vista que això encara durarà potser em firaré una bandolera o alguna cosa més lleugereta per dur-la a la bossa!

    1. Sí, Mireia, crec que és una moooolt bona idea. No aparquis gaire cap estri que et pugui ajudar a dur el teu fill a coll, encara el necessitaràs una temporadeta. I ja ho saps, quan l’esquena es queixi, visita al massatgista, osteòpata o a qui faci falta! 😉 Una abraçada.

  2. mi bebé de 9 meses, desde hace tres semanas sólo quiere ir en brazos, hasta entonces daba largos paseos sentado en su silla y, de repente, sólo quiere brazos… es agotador, como tú dices, salir a pasear, hasta el punto de que intento ir acompañada por si le tengo que coger para que alguien me lleve la silla, a veces pienso que serán los dientes, otras que tiene sueño, otras que son mañas, no sé… normalmente le cojo en brazos pero otras pienso que igual hago mal porque le estoy acostumbrando mal… me surgen muchas dudas al respecto, hasta ahora todo era fácil, a la hora de dormir le pasa lo mismo, hasta hace poquito se dormía solito en su cuna sin protestar, ahora reclama brazos y llora hasta que le cojo o le meto en mi cama, qué opinas tú? gracias y como siempre, me ha encantado leerte!

    1. Hola, Tali.
      Entiendo tu preocupación y tu agotamiento. Mi opinión es la siguiente; dale tantos brazos como pida. Ningún bebé pide lo que no necesita (parafraseando a Laura Gutman). Si sólo quiere ir en brazos es que necesita más contacto, más mamá, más «a upa»… En mi opinión, tenemos que desterrar la crencia de que los bebés se van a malacostumbrar si les damos más contacto, más brazos,… Dar amor no malacostumbra; da seguridad, reconforta, ayuda, realza la autoestima y un largo etcétera. ¿Qué puede haber pasado? Pues mil cosas; está en la etapa de la «angustia por la separación». Sabe que puedes irte, es consciente que a veces no estás y quizás no le gusta y se siente inseguro.
      Y otra cosa muy importante; cuanto más hartas estamos de llevarlos en brazos más los piden ellos. No para fastidiarnos, sino porque se sienten inseguros: «si mamá no quiere llevarme… será que ha dejado de quererme?» Debemos tener claro que estamos fusionadas emocionalmente con ellos y que notan lo que sentimos aunque no lo expresemos abiertamente.
      Tomar conciencia nos ayudará a nosotras y probablemente tranquilizará a nuestro bebé.
      Espero haberte ayudado y espero que esta etapa no te sea demasiado agotadora. Esta etapa, te lo aseguro… también pasará y probablemente más rápido de lo que piensas. Un beso y muchos ánimos.

  3. +1 El «cotxet de la compra» ha sigut un dels descobriments que ens ha proporcionat la Laia. A més sense complexos, desde que cobren per les bosses de plàstic l’omplim com si fos una panera de nadal! Jo la porto al cap i em arribat a un punt de coordinació que podria ballar un tango amb la meva parella sense que perdre l’equilibri, això si, sense cap avi al costat.

    1. Jajajaja… boníssim, Paco, això de la panera de Nadal! Saps que jo també ho faig? Quan em deixo la bossa aquella ecològica i gran (o sigui, sempre), faig servir el cotxet! El cabàs de sota va fantàsticament bé, i tota la resta, també, o sigui que també faig una panera de Nadal! Algun dia m’ha arribat a caure enrere, allò que fa tanta ràbia, saps? i m’ha caigut tota la compra… Danys col·laterals!
      Gràcies, Paco, per fer-me riure!
      PD: Genial això del Tango!

      1. Una altra alternativa es anar a comprar amb el carro de la compra que ens va cagar el Tió de la tieta Mercè, es un carro d’aquests moderns de tres rodes ( una davant i dues darrera), l’encert es que la Laia es pot seure a la base del carro quan està vuit i va super bé, la novetat, i a la tornada, ay! està ple i no ens podem seure!! me cachins…, doncs ho accepta i fins i tot a vegades vol tirar del carro ella soleta, es un espectacle, paaapa no m’ajuuuudis…
        Ja sé que es molt tard, però fa dies que passa males nits i no ens deixa dormir gaire, demà pediatre i si no ho veiem clar homeopata…
        Bona nit, perdó molt bon dia a tots. Zzzzzzzzzzz

  4. La Ivet també està en aquesta etapa de demanar anar a coll, també té una mica més de dos anys i mig, però a més hi he d’afegir que l’Adrià que ara farà 4 mesos també vol anar a coll. Més d’una vegada he anat pel carrer amb la Ivet a la motxilla a l’esquena, l’Adrià en un braç i amb l’altre empenyent el cotxet carregat de trastos. Imagineu l’escena, hi ha gent que em mira amb cara de pena, perquè serà…
    Per sort no és gaire sovint, normalment un dels dos va al cotxet.

  5. Las mías aún hoy piden «colo» y una tiene los cuatro y medio y la otra algo más de los tres, lo peor es cuando tengo que coger a las dos al mismo tiempo ;D Ojalá durara para siempre eso de poder cogerlas en el colo.
    Saludos

    1. ¿A las dos? Uauu… no hace falta que vayas al gimnasio! 😉 Y sí, yo hecho de menos la etapa en que la llevaba en la Manduca y se dormía feliz y nos tirábamos así ratos increïbles!
      Un beso.

  6. Hola Miriam, yo tengo que reconocer que me encantan los brazos! Es que ir en brazos es ir en un abrazo laaaargo, verdad? 😉 entiendo muy bien que 13 kg se hagan dificil llevar a pulso.. lo se :).. a mi me viene muy bien la bandolera para estos casos de sube baja, es rapida de poner y quedas liberada de tanto peso. Con la edad de tu hija todavia estas a tiempo. Ains, lo siento pero no puedo evitar recomendar portabebes.. los disfruto tanto! jeje Mi hija tiene 4 años y mechas veces la digo «te puedo coger a upis?».. no se cuando pasare esta etapa 😀 Un besote!

    1. Hola, Carol. Gracias por la recomendación! Sin embargo, tengo que decir (no lo he incluído en el post y quizás debería) tengo una lesión en la espalda que me impide llevar tanto peso. De pequeña hice muchos años gimnasia artística de competición y digamos que mi espalda ya nunca más fue la misma. Las consecuencias las arrastro aún hoy y a épocas lo he pasado realmente mal. Ojalá pudiera llevarla tanto como ella quisiera en la Manduca o el fulard, o lo que sea… pero ya me es imposible. 🙁
      Un beso y disfruta del tiempo de «¡UPIS!».

  7. Hola Miriam!!

    Mi hija siempre ha sido muy independiente: no quiso dormir jamás con papá y mamá, no quiso brazos, no quiso nada más que que la dejáramos en paz! Bueno, me encanta su carácter fuerte, su interés por investigar y ser autónoma…pero cuando empezó a caminar fue una tortura. No quería silla, lloraba, pataleaba, se retorcía, parecía la mismísima niña del exorcista. Y, claro, todos sabemos que para hacer un recorrido de veinte metros con un bebé que acaba de empezar a caminar hay que armarse de paciencia 🙁 Ella no pedía upa, pero lo que no soportaba era estar sentada.

    Te entiendo, porque yo pasé por muchas fases, y la mayoría no se caracterizaban precisamente por que le tuviera la paciencia que demandaba, ni mucho menos: me desquiciaba!!! Pero, bueno, llegué a la misma conclusión que tú: hay que asumir, adaptarse y planificar. De todas formas son unos meses, aunque cuando lo estás viviendo parece que no se va a acabar nunca el suplicio. Un día, como tú bien dices, te das cuenta de que son caminantes de verdad, de esos que van a tu lado conversando tranquilamente mientras das un largo paseo.

    A mí en el fondo todo esto me vino bien, porque mis dos hijos se llevan 2 años y 3 meses, pero jamás coincidieron con sillita. Para cuando nació su hermano, la mayor hacía tiempo que no la usaba y era independiente. No le tuve que comprar ni el carrito chiquitín que se acopla detrás.

    Y ahora el peque es otro mundo. Ya camina de maravilla, pero va en la sillita de paseo como un rey en su trono. Feliz, feliz, feliz. Y deja a mamá comprar en paz, e incluso esperar largas colas. No me lo puedo creer!!!! de verdad son hermanos? 😉

    1. Gracias Kym por explicar tu experiencia. Tus hijos nos demuestran y recuerdan un día más que cada niño es un mundo. Que lo que funciona con la mía no funciona con el del vecino, etc, etc… Lo importante es estar atento a sus necesidades y a partir de aquí, ir avanzando juntos, con o sin carrito, con o sin Manduca, con o sin lo que sea. Un beso!

  8. Nosotros cada vez que salimos nos hacemos la misma pregunta 2nos llevamos el cochecito?» «vega sí» «vamos Abril a sentar que nos vamos a calle, vemga amor..» perfecto todo en su sitio, Abril sentadita muy agusto, papi y mami con sus chaquetones puestos, papi lleva el carro, mami a Noah, en el carro va la mochila de jueguetes y la moto…

    Situación a escasos 20 minutos de salir: mama con Abril en brazos, papi con Noah, el carro, la moto, la mochila de juegos, la fruta que hemos comprado y el chaqueton de mama porque la gordi le hace sudar la gota gorda…

    Una entrada genial jajaja

    1. Jajajaja… María que bueno, sobretodo lo del chaquetón! Yo también a veces tenía que ir en manga corta y me decían «¿no tienes frio?» y yo pensaba «Si llevaras 13 kg con un brazo también tu sudarías!» 😉
      Bravo por estos padres que se llevan la moto, la fruta, el carro, el chaquetón, la niña en brazos y con esa alegría y esa felicidad de saber que no harías mil veces, ¿verdad?
      Abrazos!

  9. Hola Míriam!

    Doncs les meves van haver d’aprendre de ben petites que si anava jo sola (o el meu home sol, o els avis), no les podia agafar les dues a coll per passejar pel carrer ni anar als llocs. Recordo el primer any de guarderia (els més petits estaven en segon pis) i tot i que sempre hi havia algú que em donava un cop de mà, hi havia dies que les pujava les dues a coll. Em destrossava.

    Ara només agafem el cotxet si hem de fer molts encàrrecs a peu, perquè al final es cansen… i bàsicament perquè així pots posar totes les coses a dins. Com podeu imaginar, en un cotxet doble hi ha molta més capacitat per emmagatzemar 😉

    el problema és empènyer… 15kg (Estel) + 17kg (Ona) + 5kg de cotxet + 5kg de la compra… més de 40 quilos pel carrer… quan agafo un cotxet senzill si em descuido l’envio a l’altre punta de carrer d’una sola empenta! I quan alguna mare ha agafat el nostre cotxet… jajajaja quins esbufecs!

    Núria

    1. Núria, mare meva, no m’ho puc ni imaginar… Jo, que peso 43kg portant una nena a cada braç! I això d’empènyer el cotxet gegant… t’has convertit en la meva heroïna! No deus pas anar al gimnàs a fer peses, oi? 😉
      Una abraçada i petons a les nenes!

  10. ¡Como me siento identificada!

    El mayor, de 4 años, todavía me pide a veces, pero sobre todo creo que es por ver a su hermano pequeño que lo hace, y claro a el también le gusta estar con mama.

    Las salidas son entonces llenas de «por si» , las dos sillitas, juguetes, fruta, yogur… Que al final creo que vamos a necesitar una autocaravana cada vez que salgamos. =)

    Lo importante, que todos disfrutamos de estar juntos, que aunque mi espalda se queja mi corazón salta de alegría, por que cuando menos lo pensemos, se irán y ya si que nunca volveremos a oír a upa.

    ¡Me encanto este post!

  11. Pues Boliche todavía no se ha apiadado de mí y lo peor de todo es que yo disfruto, no del sufrimiento y dolor de mi espalda, no. Disfruto de tenerle tan cerca, pero sus casi 18 kilos van a acabar conmigo!!!

    Eso sí, tiene bien clarito que cuando yo sea viejita, será él quien me tenga que llevar » al bato» como decía antes.

    Besos

    1. 18 kg… por Dios! Y yo que me quejaba…! Qué bien que lo disfrutes… es tan bonito llevarlos tan cerquita. Yo, cuando la llevo en brazos hago cuatro pasos y ya tengo que sentarme. Mimos los que quiera, pero sentaditas que sino voy a necesitar un caminador en menos que canta un gallo! 😉
      Gracias por comentar, guapa!

  12. Mi hijo siempre ha sido muy independiente pero lleva una temporada pidiendo brazos cada vez que salimos a dar un paseo. Supongo que serán fases pero es cierto en que a veces se hace muy cuesta arriba soportar el peso de un nene de 13 kilos, más el bolso, la compra, el carrito, el perro…. jajaja! Somos unas superwoman!

    1. Y que lo digas! Unas superwoman totales, con superpoderes, como dice Sarai Llamas! Ánimo Silvia… ¡pasará!
      Besos llenos de fuerza para aguantar los 13 kg y la compra, y el carro, y…

  13. Doncs la meva filla de gran de 3 anys i 17Kg, a vegades, encara vol anar a coll!! I l’agafo i li porto, tot i que em costa fer més de 4 pases seguides, però les faig! Perquè m’agrada tenir la seva carona al costat de la meva i omplir-la de petons. Però ens estimen tant i tant que durant l’embaràs del meu segon fill gairabé mai em va demanar d’anar a coll perquè li vaig explicar que em feia mal l’esquena i portaba un petitó a dins. I ara quan ja em fet les 4 pases li explico que em fa mal l’esquena i ella mateixa vol baixar. I al avis, poques vegades els hi demana d’anar a coll perquè diu que són vellets i els hem de cuidar. Portem-los a coll quan ens ho demanen perquè ens estimen amb bogeria!!

  14. Mi hijo va a a cumplir 28 meses y los brazos son su hábitat natural. Dese que me quedé embarazada y dado que en el primer trimestre tuve cuatro manchados, le dije que no podía cogerle en brazos cuando salíamos a la calle y parece que lo entendió: casi siempre va sentado en el carro o andando de mi mano. Pero con su padre o su abuelo, antes de salir de casa ya va en brazos.

    Ciertamente es desesperante. De hecho, muchas veces se nos quitan las ganas de salir a dar una vuelta porque cargar con él en brazos todo el camino es insufrible para cualquier espalda pero… estoy de acuerdo con tus conclusiones.

    Así que nada, esperaremos…

    1. Qué bien que quiera ir en el cochecito cuando está contigo… No es tarea fácil llevarlos encima cuando el peso ya es considerable, y aunque entendamos que es una etapa y que pasará más rápido de lo que imaginamos, cuando se está de lleno en ella pues… se hace duro a veces.
      Ánimo y a cuidarse las espaldas! Un beso.

  15. Us llegeixo i vaig fent sí a gairebé tot. El 75% del passeig amb ell és a braços, sempre he tingut clar que si ell volia mentre jo pogués aniria en braços. Ara comença a pesar i jo que sóc baixeta, ja fa la meitat de mi. Li intento explicar, i crec, sé que n’és conscient i ell mateix ja em demana el cotxet quan veu que començo a baixar el ritme.
    N’he sentit de tots colors per portar-lo sempre en braços i gairebé sempre sense moltxil-la perque no l’ha volgut. I admeto que com a mare primerenca és de les poques coses que tenia clares, braços i pit on i quan calgués.

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