Como conseguir que tu hijo/a coma fruta

Cómo conseguir que tu hijo/a coma fruta

A menudo, recibo mails de madres preocupadas porque sus hijos no comen fruta y me preguntan qué pueden hacer para cambiar eso. Otras veces, veo caras de sorpresa en mi entorno cuando ven a nuestras hijas que comen fruta y también verdura sin problema.

En realidad, en el titular de este artículo podéis cambiar fruta por verdura, da igual. Estos grupos de alimentos tienen en común que madres y padres se preocupan mucho por si sus hijos no los comen. Así que vamos a ver si es posible, como adultos, hacer algo para que nuestros hijos/as sean más “fans” de la fruta, en concreto (pero insisto, puedes cambiar fruta por verdura y los consejos serían los mismos).

Empecemos por el principio del principio: cuando empezaron a comer sólidos. Creo muy importante este punto porque el cómo se inició su relación con la comida tiene mucha influencia en cómo se relacionan con la comida después, así que ojo ahí. Quizás estos videos te ayudan si estás viviendo esta etapa con tu bebé: Este y este

Si quieres que tu hijo coma a gusto, deja que cuando a partir de los 6 meses empiece a comer sólidos, pueda jugar con ellos: lamerlos, estrujarlos, morderos o explorarlos en general. Esta fase es muy importante para empezar una buena relación con la comida. Porque si pasa buenos ratos conociendo nuevos gustos y texturas, será mucho más fácil que coma feliz y sin problemas.

Otro aspecto de vital importancia es que nunca le forcemos a comer. NUNCA. Ni “una cucharadita más”, ni un reprochador “es que has comido muy poco, lo has dejado casi todo”, ni un “así no vas a crecer nunca”. ZERO. Jamás deberíamos meternos en si lo que ha comido es demasiado poco o si debe comer más. Quien sabe si tienen suficiente o no es él/ella. Respetemos su auto-regulación con la comida, respetemos sus tiempos y sus ritmos, y confiemos en que nuestro hijo/a sabe si quiere más o no.

Para conseguir que nuestro hijo coma fruta y la disfrute, es importantísimo que los adultos comamos fruta. Parece una cosa de sentido común y básico pero os aseguro que he conocido gente que se quejaba muchísimo de que sus hijos no comían fruta y cuando les preguntabas si ellos la comían, la respuesta era que no pero que “los niños tienen que comerla”.

Si no nos ven comer fruta, si no es un alimento habitual en nuestra alimentación, si no la ven en la cocina a diario, no mamá no comía fruta durante el embarazo, ni durante la lactancia… si no ven a su padre comer fruta de forma natural, espontánea y habitual… algo les dice que no hay que comerla.

Ten en cuenta siempre que los niños/as hacen más lo que ven que lo que se les dice. Así que estate siempre alerta de cuál es el ejemplo que ve al respecto de la alimentación, que es el tema que nos ocupa.

Y ahora viene un consejo que quizás te sorprenda, que leas como algo muy fácil pero que sientas que es algo dificilísimo: para que tu hijo/a coma fruta debe no importarte si la come o no.

Voy a explicarme: si el que coma poca fruta o no le guste, o no la quiera nunca, te preocupa, aquí ya empieza a haber carga emocional. Tu hijo/a notará que cuando le insistes en que coma fruta estás removida/o, que este tema, te toca. Con lo cual, es probable que no se sienta “libre” de alguna forma, de comerla o no. Siente la presión y ¿qué hace un niño normalmente cuando siente este tipo de presión? Se cierra todavía más en banda.

La confianza es vital: confiar en que nuestros hijos/as van a comer (procura tener siempre comida sana en casa y evita alimentos superfluos, evitarás conflictos), que a épocas será más cantidad y a épocas menos. Confiar en que ellos se auto-regulan. Confiar en sus cuerpos y relajarnos.

Nuestras hijas comen mucha fruta y creo que, en este caso concreto, sé por qué ha sido. Lo primero, es porque Mr.M come mucha desde siempre. Antes de ir a vivir juntos yo comía fruta pero muchísima menos que ahora, y había días que no comía ninguna pieza. Cuando empezamos a compartir nuestro día a día, para él la fruta era tan presente que empezó a serlo también para mi.

Creo sinceramente que el tener siempre fruta en casa y vernos comerla, a menudo hacía que nos pidieran un bocado. Y así empezó.

Pero sobre todo creo que la han comido porque ni él ni yo hemos tenido nunca miedo de que no la comieran. Yo tengo 3 hermanos con los que me llevo muchos años y verles crecer me enseñó muchas cosas: aprendí que los niños tienen etapas, y que en algunas comen bastante y muy bien, y en otras no quieren probar nada nuevo. O que pasan etapas en que son muy, pero que muy selectivos. O que quieren muy poca fruta. O que casi no comen nada. Aprendí, viéndolos, que luego crecen y que esas cosas que no les gustaban, empiezan a hacerlo, que eso que no querían probar, lo prueban, que pierden esa extrema selectividad en los alimentos y acaban comiendo más que tú. Aprendí que un día, no solo no tienen ningún problema con la comida sino que además, se van con los amigos a probar restaurantes hindúes, japoneses, o lo que haga falta.

¿Que sería mejor que un niño no se alimentara solo de carne y arroz? Obvio, pero si está cerrado a que no quiere probar nada más, cuanto más insistas en que coma fruta, más conflicto aparecerá y más difícil será cambiar de fase.

El de la comida es un tema en el que se mezclan muchísimas emociones y reclamos de atención, y además, es un tema que a los adultos nos remueve mucho porque también hemos sido niños y quizás a nosotros también nos han insistido mucho en que comiéramos tal o cual cosa. Quizás veíamos a nuestra madre sufrir y sufríamos también con este conflicto que se desarrollaba en cada comida.

Así que te propongo que hagas memoria y recuerdes qué pasaba en tu casa con la comida. Además, te propongo que te observes, y que valores si en este tema, te remueves. Si eres capaz de confiar que un día, más tarde o más temprano, va a comer de todo (o casi) o si cada vez que te dice que no quiere fruta, sientes que se te va la vida en eso. Si aparece rabia, o frustración, o mucho enfado con tu hijo/a. Si acaba apareciendo tensión y conflicto.

Ve a la raíz, analiza qué está pasando para poder llegar a encontrar una solución a esto. Cuanto más te enfades, peor. Cuanto más fruta quieras que coma, peor. Cuanto más te importe que coma fruta, peor.

Relájate. Come fruta si te apetece. Ten fruta buena y fresca al alcance. Jamás le insistas en que coma fruta. Que si quiere comerla, sienta que ha sido libre de escoger hacerlo. Que sienta que no le juzgas. Que sienta que el hecho de que coma fruta o no no cambia tu estado de ánimo: que tu alegría o tristeza no depende de que se coma o no un trozo de manzana.

Aplica todo esto y pídele perdón si sientes que has estado muy pesada insistiendo en que comiera fruta, si sientes que le has forzado a comerla o si te has enfadado, le has regañado y habéis acabado fatal con este tema. Pídele perdón y procura que no vuelva a pasar.

Esto cambiará seguramente la energía en las comidas y dejará de aparecer tensión y conflicto. Sí, lo sé, a veces no es fácil pasar del miedo a la confianza, de la tensión a la calma, del conflicto a la paz. Pero hay que procurarlo por el bien de todos.

Comer debería ser un acto de placer, también comer fruta, tanto si se tienen 3 años como si se tienen 15 o 45. Comer debería ser una cuestión en la que el respeto por el otro fuera máximo y también la confianza en que, con comida sana al alcance, cada uno come lo que necesita.

Comer debería ser un acto feliz, en el que nos nutrimos a todos los niveles en un momento que debe ser agradable, relajado y feliz.

Espero que mis consejos te hayan ayudado.

¿Qué tal lleváis este tema en casa?

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

10 comentarios

  1. Molt ben explicat Miriam. Quin sentit comu. Aixo haurien de tenir-ho clar als menjadors de cole
    La meva per sort no es va haver de quedar massa i era «mal menjadora» l’etiqueta imposada per tothom.
    Dinar al cole era un drama perque l’obligaven….i jo dic…a un gat li poses el cap dins la menjadora? Ells regulen i els nens tambe (sense comparar-los amb un gat ehhh)
    Ara amb 15 anys ja et dic jo que menja..i de tot.
    Felicitats ! Un peto

  2. Quins bons consells. La pressió és contrapoduent sempre. Com ho fas amb els dolços i menjar xatarra? La meva és petita encara, però a casa meva estava tot prohibit i quan el meu germà i jo vam tenir possibilitat de comprar pel nostre compte vam aprofitar per a menjar tot allò prohibit. Crec q tampoc és la solució, ja que com tot ha d’haver equilibri, però és d’entendre q si no els deixes menjar certes coses després pots crear una sensació de necessitat de menjar-ho

  3. No tengo problema, mis hijos comen bastante fruta , se la ofrezco y suelen decir que si, suelen tomarla de postre siempre y en almuerzo a veces y siempre en merienda Con la verdura si les cuesta mas.Excelente post e ideas!Te felicito!

  4. Me encanta tu blog y siempre tienes buenas soluciones para el día a día! Gracias.
    Yo te haría una pregunta… q haces cuando tu hijo es selectivo con la comida? Me explico. A mi no me gusta obligarle a comer y dejo q sea el q decida cuanto.. e incluso el que? Para hacer los menús muchas veces le pregunto dentro de las necesidades vaya.. pero el problema viene cuando me como tres cucharadas de lentejas y no quiero más pero… si que quiero gusanitos. Mi actitud en este momento es… no me importa que no comas más sino tienes hambre.. pero entonces los gusanitos los dejamos para otro momento. Entonces el a veces se fuerza a comer mas.. y ese círculo no me gusta.

  5. Muy de acuerdo Miriam,
    Creo que el hecho de que coman sano en general depende del ejemplo que les demos. En casacon suerte no tenemos problema de este tipo, aunque cuando llegab cansadas se nota. En el cole almuerzan fruta para almorzar y la solemos tomar para merendar. Además, la fruta está buenísima. Se puede trabajar el ofrecerla de forma más atravctiva, por ejemplo en brochetas

    Gracias por los post!! 🙂

  6. Mi pequeña come mucha verdura, pero fruta solo fresas. Del resto nada de nada. Yo no le agobio, confio en que le acabara gustando. Currada de post. Un besazo

  7. Hola Miriam,
    És curiós com amb el tema de la alimentació, el sentit comú l’abandonem i el deixem de banda en favor de les nostra emocions! Tot el que expliques té tot el sentit del món i per aquest motiu vam decidir introduir l’alimentació complementària seguint la filosofia del BLW amb la nostra filla. La veritat és que estem molt contents amb el resultat i el recomanem, però és veritat que en les èpoques en que la nostra filla no ha menjat la fruita (ni tan sols l’ha mirat!) hi ha una veueta interior que et força a dir allò de «Va, tasta’n només una miqueta. Va, fes-ho pel papa…» Lluitar contra aquesta veueta, que no és res més que la veu de la nostra pròpia experiència de quan érem petits, és molt difícil, però ho aconseguirem!
    Moltes gràcies!

  8. Jo tot just començo i estic en un debat. Tinc molta pressió perquè «té gairebé 8 mesos i encara no es menja la fruita o la verdura». El xantatge extern em fa dubtar: estarà insuficientment alimentada només amb pit? Ella sembla no tenir cap pressa i jo em nego a obligar-la però l’entorn em disturba i molt! Fins i tot les veïnes de l’escala em diuen que l’haig d’obligar una mica. Ufff!!

    1. Noia! No pateixis! geeens! La teta s el millor! El meu te 16mesos i nomes fem una papilla al dia, BLW I MENJA poc, alguna papilla fruita i teta per un Tubo! X sort treballo molt poques hores! Està sanissim i ben farcit, aixi q TETA POWER i lo q diguin igual q t’entra, surt, per les orelles!! 😉

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