Criar a los hijos: un espejo constante
Desde el momento que nos embarazamos debemos pensar que estamos ante un espejo. Un espejo enorme, donde cabemos de cuerpo entero y que, nos guste o no, nos desnuda. Hombres y mujeres aquí no somos distintos, el espejo nos viene a llamar a la puerta a todos con la llegada de un hijo, nadie se escapa. La mayoría de veces, no somos conscientes de que lo que nos pasa es fruto del espejo y buscamos y buscamos, sin éxito. No encontramos la raíz, ni el motivo, ni sabemos cómo salir de aquella situación que quizá, nos angustia.