
De 4 a 5 años

Y de repente, ves la luz
Hace cuestión de un mes empezaste a decir que me echabas de menos. “Hoy he llorado en la escuela porque quería estar contigo” o “no te vayasss…” y esas cosas. Yo, convencida de que era por mis fines de semana en la radio, que nos dejaban muy poco tiempo juntas, me convencí que era normal y que pasaría después que vieras que ya no iba más. Pero me equivoqué. No era eso.