Ser sensible es maravilloso pero no siempre es fácil. Vivir con alta sensibilidad, tampoco. ¿Cómo vivir este rasgo viéndolo como algo positivo y no algo que impida vivir una vida plena? ¿Cómo acompañar a los niños y niñas que también tienen este rasgo?
De esto hablamos en el nuevo episodio de «El podcast de Míriam Tirado», tu podcast de crianza consciente junto con mi madre, Àngels Torras. Este rasgo, que se considera que está presente en el 20% de la población, ha sido siempre algo que se ha visto y vivido a menudo como un incordio. Las persones altamente sensibles eran vistas, por el resto (y a veces todavía lo son) como personas exageradas, demasiado intensas, etc.
Muchas personas ni siquiera creen que sean sensibles porque han construido una coraza bien gorda entre aquello que les remueve y su interior, porque ya muy temprano aprendieron que su forma de sentir la vida no era aceptada por los demás, con todo lo que ello conlleva.
Cuando llegan los hijos y cuando nos toca lidiar con su sensibilidad, es muchas veces cuando uno o una se remueve hasta las entrañas. ¿Qué está pasando? ¿Por qué me cuesta tantísimo sostenerle? Es, muchas veces a través del acompañamiento de un niño de alta sensibilidad de padre o madre se dan cuenta de que ellos mismos eran así, que ellos también eran altamente sensibles. La alta sensibilidad, por cierto, es un rasgo hereditario.
En este episodio hablamos con mi madre sobre nuestra sensibilidad, de cómo hemos lidiado con ella en la familia y sobre todo de por qué nos cuesta tanto acompañar a los hijos cuando muestran, sin fisuras, su sensibilidad, y cómo hacerlo para que se sientan atendidos y sostenidos.
Ojalá te sea muy útil.
Aquí tienes los links a las plataformas donde encontrarás el nuevo episodio, en el que por cierto, te doy algunos noticiones muy importantes para mí.
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O si quieres, puedes escucharlo directamente aquí:
Listen to «Vivir con alta sensibilidad» on Spreaker.
2 respuestas
Hola buenos días!!
Por lo que describes me reconozco como una persona altamente sensible y veo a mi hija como un espejo, tengo 45 años y mi hij 5 y me cuesta mucho darme cuenta de que necesita ella, a duras penas me doy cuenta de lo que yo necesito y llevo trabajando desde hace dos años en mi amor propio para poder acompañarla y sostenerla, pero también me doy cuenta de lo difícil que se me hace ver con claridad y n que momentos mi hija lo está pasando mal, muchas gracias por todo tu trabajo y los consejos ❤️
Te entiendo, no es fácil pero cada vez lo será más. Poco a poco, con mucha paciencia, consciencia y compasión. Un abrazo.