Calma

Buscar canguro

1.12.2011

Buscar canguro es una de las cosas más difíciles del mundo. Más difícil, más angustiosa y más paranoica. Porque aunque no quieras, aunque intentes olvidar todo lo que has visto y oído, no puedes evitar que por la cabeza te pasen un montón de películas donde la canguro es la más mala, o la más pasota, o la que lleva decenas de chicos en casa para hacer una fiesta loca mientras el bebé llora en la cuna, o que lo enchufa delante del televisior durante horas porque no la agobie. O, ahora que rebusco, encuentro en mi cabeza la noticia (ya hace años, pero ¡aún me acuerdo!) de una pareja de los Estados Unidos que había puesto cámaras en el comedor para grabar la canguro de su hijo (bebé) porque sospechaban que le maltrataba. ¡Y tanto si lo hacía! ¡Cuando vieron las imágenes grabadas seguro que se querían morir! Lo vieron ellos y todo el mundo porque aquellas imágenes de la canguro maltratando el bebé aún las tengo clavadas en algún rincón de mi cerebro.

O sea que cuando en casa decidís que necesitáis una canguro (y lo digo en femenino porque hay muchas más mujeres que trabajan de canguro que hombres), en casa también entra el pánico. A menudo, primero quizás has intentado buscar otras soluciones que tal vez para ti serían más relajantes como que los abuelos se ocupen de tu hij@ y esas cosas, pero puede ser que o ellos no puedan, que por desgracia no haya ya abuelos, o bien que no quieras cargar a tus padres con más trabajo del que ya tienen. Por lo tanto, decides que es necesario tener a alguien disponible para que se ocupe de tu hij@ durante las horas que tú o tu pareja no podéis hacerlo. Y entonces comienza la búsqueda y el dolor de cabeza.

Recuerdo que cuando nos tocó buscar canguro la desconfianza se apoderó de mí. Supongo que las imágenes «negativas» de canguros se habían instalado en mí y los miedos afloran: «¿Y si no la cuida como yo querría que lo hiciera?», «¿y si le dice cosas que yo nunca le diría, o la castiga, o no la coge en brazos, o no es cariñosa?», o «¿y si es despistada y no vigila cuando cruzan la calle?» y miedos descontrolados que se amontonan en la puerta de tu mente pidiendo entrar y tomar el mando! Pero al final decidí confiar, dar voces, buscar, informarme y confiar en que encontraríamos la persona ideal para cuidar nuestra hija. Teníamos una ventaja: cuando la necesitamos Laia ya era lo suficientemente mayor como para decirnos con quien le gustaba estar y con quién no. Decirnos: «¡Sí!» contenta y feliz cuando le decíamos que vendría la canguro o decirnos que no, que no le gustaba. Eso me dejaba más tranquila, es cierto. Por eso confiaba también en ella, en el que nos dijera Laia… y observarlas durante un buen tiempo estando yo cerca, trabajando desde casa, etc.

La canguro que tenemos es fantástica; juega con Laia sin cesar, la hace reír, la cuida con amor, es dulce y agradable, le explica millones de cuentos y hacen manualidades juntas. Le gustan los niños y eso se nota porque se lo pasa bien jugando, porque no se cansa. Ahora, después de unos meses, me hace reír las cosas que me pasaban por la cabeza antes de encontrar la canguro. Pero supongo que es normal, supongo que a muchas madres y muchos padres nos pasa… nos cuesta terminar de confiar en que alguien cuidará bien a nuestros hijos. Porque hemos oído muchas cosas, porque pasan muchas otras y porque tememos que pase alguna cuando nosotros no estemos… Tememos equivocarnos y no encontrar la persona correcta porque no nos lo perdonaríamos… Nuestros hijos son lo que más queremos y claro, dejarlos con alguien que conocemos hace muy poco, etc, no es fácil.

Decidme que no soy la única a quien le han pasado pensamientos extravagantes (la mayoría negativos) por la cabeza cuando buscaba canguro! 😉

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

6 comentarios

  1. Ostres, nosaltres encara no ens hi hem posat, ho tenim pendent. Però ens fa molta mandra precisament per tots els neguits que comentes al post! jiji Quan fem la nostra recerca ja ho comentaré !

  2. I tant que no ets l’única!!!!!!! Recordo quan vaig haver de buscar cangur per primer cop com si fos ara i d’això ja en fa tres anys!!!
    L’Oriol tenia 2 anyets i la Laia mesos i la necessitava per anar a buscar l’Oriol a la guarderia i per que es quedés amb la Laia per les tardes.
    Pel meu cap també van passar pensaments de tota mena i això que la cangur era una noia que cuidava la filla d’una amiga meva pels matins i que moltes tardes també estava amb la meva mare però que t’he d’explicar…. Al final va resultar un noia fantàstica, dolça, juganera i amb la que jo deixava els nens amb tota la tranquil·litat del mon.
    El problema és que les cangurs no solen durar per sempre i el curs passat ja em va dir que volia estudiar per les tardes i que havia de deixar de venir a casa i au, torna a començar la busqueda… i malgrat que els meus fills ja tenen 5 i 3 anys i em poden dir perfectament si els tracta be o no, les pors i la desconfiaça tornen a instaurar-se. Però be, ara ja tenim una nova cangur amb la que els nens estan molt contents i jo també tot i que he de reconeixer que trigaré temps a tenir la mateixa confiança que tenia amb l’altra. Coses de ser mare suposo…

    1. Anna, a mi em passa el mateix; penso «per favor, que no em digui que ja no pot venir més!»… perquè a més, la Laia la trobaria a faltar ara que ja hi ha establert un vincle maco… Gràcies per dir-me que les paranoies no les tinc només jo! 😉

  3. Sentimientos totalmente compartidos y eso que únicamente se queda con la niñera 2 horas máximo al día. Yo salía y, quería devolverme, se me cruzaba de todo (negativo por supuesto) por la mente… hasta que ele tiempo fue pasando y todo en mi mente tomo su propio cause y vi que se adoran, que la pasan delicioso, que juegan, hablan, se abrazan y se divierten mucho. La verdad es que yo también tengo una excelente niñera.!!

  4. A mí se me pasan pensamientos así tanto con canguros como con las cuidadoras de guardería. No nos engañemos, malos profesionales hay en todos los lados, se trabaje donde se trabaje. De hecho, desgraciadamente es noticia con relativa frecuencia el cierre de escuelas infantiles por irregularidades que me ponen los pelos de punta.
    Cada vez que veo una noticia así o sobre el maltrato a ancianos en geriátricos se me queda un mal cuerpo…

    Es una suerte que hayas encontrado una buena canguro que quiera de verdad a tu hija.Por lo que veo en mi entorno no es tarea fácil.
    Un besito!

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