Maternidad

El por qué de tantas preguntas

11.1.2012

«¿Cómo ha ido? ¿Ha merendado mucho? ¿Ha cenado bien? ¿A qué ha jugado? ¿Ha estado contenta? ¿Qué habéis hecho? ¿Tenía mucho sueño? ¿A qué hora se ha dormido? ¿Preguntó por mí?…» Esta es una muestra de las preguntas que hago, más o menos, los días que paso muchas horas fuera de casa porque estoy trabajando. Alguien que lea esto sin más puede pensar que son muchas, que parece un interrogatorio… y quizás tiene razón. Leído así, fuera de contexto, lo parece. Pero diría que no soy la única madre que hace un montón de preguntas después de haber pasado 9, 10 o 11 horas lejos de casa sin haber visto a su hija. Pero… ¿por qué lo hacemos? O mejor dicho, ¿por qué lo hago, yo?

Es muy sencillo: porque es lo que más me importa y porque la echo de menos. 11 horas sin ella son muchas horas (por suerte, sólo es un día a la semana, ¡tantas horas!) Y aunque no lloro por las esquinas ni estoy triste, sí pienso a menudo: «¿Ya debe estar cenando, ahora?», «que debe estar haciendo…?» Es evidente que hay muchos ratos que no pienso en ella, porque estoy centrada en lo que estoy haciendo, pero hay momentos, instantes, que ella viene a mí o yo voy a ella, no lo sé, y así… la espera se me hace más corta.

Y creedme… hay muchas más preguntas que haría pero que me abstengo. Y en vez de eso, ¿sabéis qué hago? Pues cuando llego a casa y ella está durmiendo, me tumbo a su lado, la beso y le huelo el pelo. Me encanta como huele después de la bañera… y entonces me imagino a lo que habrá jugado mientras estaba dentro del agua. Y la veo, preparando platos exquisitos con sus enseres y con las pompas de jabón… Y entonces me pregunto si ha llorado cuando le echaban agua por la cabeza para quitarle el jabón, si se ha dejado poner crema hidratante después de secarse… y siento haberme perdido esta bañera, que seguro que no ha sido muy diferente de las otras, pero yo no la he visto. Supongo que es difícil de entender para alguien que no tiene hijos y también entiendo que a veces las madres tengamos cierta «mala fama» en este sentido. Padres, suegros, canguros, tías, abuelos… esto de las preguntas no tiene nada que ver con una falta de confianza hacia vosotros (al menos en mi caso), y es algo que va mucho más allá… es una manera de hacernos presentes en todas aquellas horas y momentos en los que no hemos estado. Es como poder llenar los «huecos» de ese día sin nuestro hij@, es una manera de sentirnos más cerca de los que más amamos, como si, en el fondo, no hubiéramos estado fuera ni lejos tanto tiempo…

Es una ilusión, obviamente, un tipo de bálsamo para el alma que a veces se trastorna con la distancia y con el espacio de tiempo sin nuestros hijos. Y las respuestas a las preguntas que hacemos a veces compulsivamente hacen que esta distancia se acorte porque en nuestra mente podemos ir llenando los espacios en blanco que no podríamos reconstruir sin la ayuda de quienes los han cuidado… Pido perdón por si alguien se ha sentido molesto o se lo ha tomado como una falta de confianza, porque no iba por ahí. Pido disculpas si alguna vez habéis creído que no hacían falta tantas preguntas… y al mismo tiempo, agradezco eternamente que ahora, en muchas ocasiones, ya no tengo que preguntar nada porque me vais contando cómo ha ido el día, qué habéis hecho, cómo ha estado, que ha dicho, que ha aprendido… porque ya habéis entendido que para mí es importante, porque me acerca a ella a pesar de haber estado lejos.

Gracias por entenderlo, por no juzgarme, y por cuidarla tan bien cuando yo no estoy.

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

20 comentarios

  1. Cuando dejaba a mi hijo mayor con mis padres por las mañanas, al llegar a su casa entraba sigilosamente y con cara de circunstancia. Con el tiempo mis padres me confesaron que se sentian molestos porque parecía que entraba diciendo «haber que me encuentro». Es normal tener tantas dudas y tantas preguntas porque tu eres su madre. Estos días que mis hijos han estado con su padre he intentado relajarme y no preguntar tanto pero es inevitalbe. No se hace con mala intención sino para intentar recuperar ese tiempo qeu nos hemos perdido.
    Me ha impresionado tu comentario respecto a olerle el pelo a tu pequeña. Yo también lo hago! Debe ser un instinto maternal básico. Besos

    1. SÍ? También les hueles el pelo? jajajaja… totalmente de acuerdo, debe ser algo instintivo que casi hacemos sin darnos cuenta… es cómo olerles el pelo y saber que hemos llegado a casa. Oler a las crías y sentirnos seguras de nuevo ¿no? Lo encuentro bonito, qué quieres que te diga… 😉
      Cuando escribía este post decidí que el día que lo publicase les mandaría el enlace a toda mi familia, a mis suegros, a la canguro… para que todos sepan por qué lo hago. Como tu dices, no se hace con mala intención… es, simplemente, la necesidad de tener la seguridad de que todo ha ido bien, y de recomponer los «vacíos» de su ausencia en nuestro día.
      Un beso!

  2. Buen post, no puedo estar más de acuerdo…y sí, la gente se lo toma a veces como una falta de confianza, y no les culpo, pero para mí es muy grato saber hasta el último detalle de todo lo que me he perdido.
    🙂
    Saludos

    1. Qué bien… sabía que no era la única que hacía tantas preguntas, que no era la única para quien es tan importante saber todo lo que ha pasado mientras no estaba.
      Gracias por tu comentario. Un beso.

  3. Yo sí les huelo el pelo, me estiro junto a ellos cuando duermen, les hablo al oído y les achucho no demasiado fuerta para no desperarlos.
    Puede parecer un poco tururú, pero poco me importa, jejeje 🙂
    Un beso, te sigo leyendo.

  4. Hahaha, el meu home diu que semblo de la CIA! 🙂 I això que es queda amb ell (amb qui millor?) i per poques hores!
    A vegades els truco i tot per preguntar tonteries com si ja han esmorzat, però es que si tinc un moment de relax no ho puc evitar!
    I si, jo també li oloro els cabells mentre dorm!
    Una abraçada!

    1. Sí, Mireia, a vegades semblem autèntiques espies de pel·lícula… però és que qualsevol detall importa quan no hi ets, oi? Qualsevol! Tan de bo els que els cuiden ho entenguessin perquè ens ajudessin a omplir aquelles llargues estones en què no hi hem estat. Segur que el proper cop que haguéssim d’estar hores lluny de casa marxaríem més tranquil.les, perquè sabríem que hi haurà algú que ens ajudarà a omplir els «buits».
      petons.

  5. M’alegra saber que sóc més normal del que em pensava, referent a fer aquests qüestionaris. I també l’oloro quan dorm! però més al coll, sota les orelles, els cabells li acarono mentre s’adorm. És molt especial. Per molt que no ho entenguin, és tal com dieu, les preguntes les fem no per ferir ningú, sinó per omplir buits, jo no ho havia sapigut explicar fins ara, bona descripció Miriam. Jo també li enviaria el link d’aquest teu post a la meva sogra, aviam si així comença a explaiar-se en les seves respostes. «Com ha anat?», i ella » bé» (punt final), com si si m’expliqués alguna cosa més la fés quedar malament…

    1. Hola, Clarise… no li enviïs el link, perquè potser no li agrada que hagis parlat d’ella, 😉 però ara que saps per què fas les preguntes, explica-li que és important per tu que te les respongui explican-te amb detall com ha anat. Que a tu t’ajuda saber què ha fet, com i amb qui. Que et va bé saber si ha estat contenta, què ha dit, si ha plorat, i si ho ha fet quanta estona (i que no menteixi), i com l’ha consolat, etc. Que això ens ajuda a poder estar fora de casa sense ells… perquè moltes vegades, si poguéssim escollir, simplement no marxaríem. Però ja que ho hem de fer, i a vegades, massa d’hora del que seria convenient, és important que qui els cuida entengui la importància que tenen totes i cada una de les preguntes que fem.
      T’animo a explicar-li. Segur que us anirà bé aquesta conversa. Una abraçada.

  6. Doncs sí, intentaré explicar-li. Últimament m’estic adonant que hem d’explicar mmoltes coses que ens donàvem per enteses i sabudes. És com el que dèies fa poc sobre els nens, la importància d’explicar-los tot, encara que ens sembli que ja ho han de saber… doncs amb els adults igual, o inclús més, oi?

    1. Sí, i tant, però no ho fem perquè ens fa «cosa» o tenim por que «pensin això o allò», o que s’ofenguin… però les coses, ben dites, argumentades, ben explicades, des del nostre sentir, des del nostre cor… no ens ha de fer por expressar-les.
      Una abraçada.

  7. Doncs jo també soc la CIA!!!! Es que ho he de preguntar tot, com s’han quedat a l’escola, com han sortit. El dia que no els banyo i els dono jo el sopar també he de preguntar què tal ha anat tot…I es que no ho puc evitar. I tampoc ho faig per fiscalitzar què fan les altres persones amb els meus fills quan jo no hi sóc sinó per saber, per omplir els buits…
    Ahh!!! i quan estan dormint també m’assec al seu costat i els acarono i els dono petons….Què hi farem, són el més important de la meva vida i tot gira al seu voltant!!!

  8. Te entiendo perfectamente. Sólo he estado en dos ocasiones (por ahora) separada tantas horas, y aunque no sean tantas, también yo hago todas esas preguntas. Como bien has dicho no se trata de falta de confianza, para nada, sino de llenar esos huecos, todo eso que nos hemos perdido y que así parece que sentimos más cerca.
    Un abrazo

    1. Carol, pues ya verás que a pesar que de vayas separándote más a menudo, por lo que sea, las preguntas no van a disminuir. Es como si nunca se acostumbra una a pasar demasiado tiempo sin su cria… la naturaleza es sabia!
      Un beso.

  9. Jo, com saps, fa poc que he tornat a treballar, només al matí, i quan arribo a casa també pregunto i pregunto… Per sort, l’avi m’explica tot, tot i tot el que han fet i jo em quedo més tranquil·la i omplo els «buits» i a les tardes miro d’estar present i dedicar-me al meu fill tot el que puc per «compensar»…

    1. Annuska, doncs digues-li a l’avi que ho fa molt bé! Que les mares necessitem que faci justament això que fa ell… quina sort. Enhorabona. Una abraçada.

  10. i quan comencen a anar a escola??? és fatal, perquè al mestre o la mestra no li pots fer tantes preguntes!!!!! i ells (els nens)) gairebé no expliquen mai res…viuen el moment i ni recorden que han fet durant el matí!! uff, aquí ja et comences a fer a la idea que viuen la seva vida i que aprendran coses sense tu, i que viuran sense tu!!!! cosa natural però estranya quan s’et planteja per primer cop…

    1. Òstres mariabaes, tens tota la raó… Jo no hi havia pensat en això! L’altre dia una mare m’explicava que a l’escola del seu fill ni tan sols veu al mestre quan el porta o el va a buscar i només, de tant en tant, es troba una nota a la llibreta que li diu alguna cosa sobre el seu fill… Tan de bo la Laia sigui tan xerraire com jo i m’expliqui el que fa durant el dia… Sinó, doncs m’hi hauré de posar fulles i anar-m’hi acostumant 😉
      Una abraçada!

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