Estoy enamorada de ti

Dicen que el mejor twit es el que no te atreves a escribir. Por los que no sepáis qué es un twit, digamos que es un mensaje de un máximo de 140 caracteres que escribes en la red social Twitter y que tus seguidores pueden ver.

Ayer estuve a punto de escribir uno que no sé por qué, pero no lo hice. Supongo que porque me dio vergüenza, o porque pensé aquello de “¿y que interesa, esto, al resto de gente?”. Estuve a punto de escribir “Estoy profundamente enamorada de mi hija”.

Porque lo estoy. Desde antes de tenerla en el vientre, desde antes de saber que la habíamos concebido, ya sentía un amor diferente cuando pensaba en la que sería mi hija. Porque sabía que sería una niña. Y este amor ha ido modelándose, cogiendo forma, y aumentando en intensidad, pero hay algo profundo que se mantiene intacto. Cómo si en la raíz del amor, hubiera algo que no cambia, que es intangible y a la vez, inmortal. No todo el día siento el amor profundo que ayer estuve a punto de declarar en una red social. La expresión de este amor también varía dependiendo del momento, del día, de mi estado de ánimo… Hay días que lo siento en silencio y otros que me pondría en medio de la plaza mayor de mi ciudad y lo gritaría muy fuerte para que todo el mundo lo escuchara.

Y en medio de estos días cambiantes, hay momentos en que siento puntas de amor. Yo digo que son “ataques de amor”, que quizás no vienen a cuento, pero que me absorben cómo si se tratara de un huracán y me dejo arrastrar…

Lo que sale de estos “ataques de amor” son cosas como, de repente, abrazar a Laia y comérmela a besos, o sentármela al regazo y decirle que es lo que más quiero de esta vida, que estoy feliz de que esté con nosotros y que todo es más fantástico desde que ella nació.

Lo que tienen estas “puntas” que no avisan es que son absolutamente espontáneas, y no puedo hacer nada más que dejarme llevar. Mientras estoy sintiendo una, el sentimiento que hay dentro de mi es un gozo inmenso y profundo que se me pasea por todos los rincones de mi cuerpo. Y a la vez, me invade un profundo sentimiento de gratitud a la vida, a las personas que me acompañan, a todos los hechos cotidianos y fuera del común que me encuentro por el camino cada día… Y a veces, incluso, pienso que si me muriera ahora, lo haría feliz y todos y cada uno de los momentos que he vivido, habrían valido la pena. Incluso los duros, los que me han hecho sufrir, los que me han roto por dentro… todos han valido la pena.

Porque supongo que es todo este cúmulo de aprendizaje y experiencias lo que me han llevado, de alguna manera, a poder sentir estos ataques de amor hacia Laia y no sólo hacia ella.

Él hace mucho tiempo que conoce estos “ataques de amor” de su mujer y no lo sé, diría, juraría, ¡que también le gustan! Porque estos ataques no son exclusivos hacia ella. A veces siento puntas de amor hacia mi compañero del alma, el hombre de mi vida y necesito abrazarlo muy fuerte, para fundirnos y darnos cuenta, una vez más, que somos la misma cosa. O miro mis abuelos y siento también una punta de amor profundo que me arrastra y agradezco mil veces a la vida que me haya permitido estar tantos años a su lado… O hacia mis padres, o hacia sus parejas, que también son mis padres. Hacia mis hermanos.

Soy un poco, la suma de cada uno de ellos. Siento que los tengo un poco a todos permanentemente conmigo y cuando siento esto me siento profundamente afortunada y profundamente enamorada. Escribir esto en un twit de 140 caracteres habría sido imposible. Es cierto que quizás no importa a nadie pero yo, simplemente, necesitaba decirlo.

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

13 respuestas

  1. Que bé Míriam, estic contenta per tu i comparteixo moltes de les frases que dius en aquest post.
    Gràcies un cop més per posar paraules als sentiments que tinc dins meu, em sento feliç i enamorada dels meus fills, ells regalen amor constantment i és difícil no sentir-lo «a flor de pell» unes quantes vegades al dia.
    M’ha encantat la frase «I a vegades, fins i tot, penso que si em morís ara, ho faria feliç i tots i cada un dels moments que he viscut, haurien valgut la pena.» Fins i tot els durs, els que m’han fet patir, els que m’han trencat per dins… tots han valgut la pena.»
    Gràcies Míriam, perquè m’acabo d’adonar de la felicitat que estic vivint ara mateix, en aquest moment de la meva vida, gràcies per fer-m’hi parar i per fer-me sentir plena, avui!!

  2. Miriam, sensacional aquest escrit, ple d’amor!
    Gracies per posar-hi paraules i que nosaltres tinguem l’oportunitat de llegir-les per prendre’n consciencia. Els pics d’amor son sensacionals, quan tens un jo em sento Joana d’Arc, amb super poders. I no et passa que quan tens un sempre es millor que l’anterior? Son diferents nivells d’energia una abracada

    un

    1. Hola, Raquel!
      Gràcies a tu per llegir-les i per vibrar-hi. Sí… quan sents un atac d’amor arriba una força que sí, d’alguna manera et dóna súper poders! 😉 No sé si són millors o no els atacs que arriben que els anteriors. Només sé que jo sóc cada dia més feliç, això sí que ho tinc clar!
      Una abraçada, guapa!

  3. Quin post més macoooo!!! M’he sentit molt identificada! Quan et venen aquests pics d’amor t’anadones de lo feliç que ets!!! Quan estic amb la Bruna es manifessten Brutalment i quan estic a la feina i em venen… són com pessics a la panxa que em farien sortir corrents del meu lloc de treball i anar a casa corrents per abraçar-la!! M’haig de conformar amb una trucada o un watsap per aviam com estan! jijiji…quina sort que tenim d’estar envoltats de tant d’amor que sentim envers els nostres fills, la parella o la familia! Una abraçada!!!

    1. Hola, Jèssica!
      És veritat… Les puntes d’amor també vénen encara que no estiguis a prop de qui en aquell moment li expressaries tot aquest amor. I sí, jo també sento un noséquè a la panxa que em faria marxar pitant fins a la Laia!
      Sí, tenim molta, molta sort! 🙂
      Una abraçada

  4. M’ha encantat!!! Comparteixo el mateix sentiment. Estic enamorada del meu fill i sento que aquest amor s’extrapola al meu company, a la resta de la família, etc. Creix gairebé al ritme del meu nen… I de vegades, també ho cridaria als quatre vents… La maternitat m’ha fet descobrir un doll d’amor que hi havia dins meu sense que en fos conscient… Que cada dia ens porti un o molts «atacs d’amor»!
    Molts petons!!!
    P.S: Tot i que comenti poc, et segueixo llegint cada dia…

      1. Sí? Que bé! Me n’alegro! Els faig amb molt «carinyo» i encara que tècnicament, amb una sabata i una espardenya, a mi també m’agrada fer-los! 🙂

    1. Hola, Annuska!
      Que maco tot això que dius… és ben bé això, atacs d’amor! És fantàstic, oi? Celebro que tu també siguis una de les enamorades de la vida i del teu fill! 🙂
      Ah, i gràcies per llegir-me cada dia! Teniu molta paciència 😉 jejeje…

  5. Míriam, preciós tot el que dius. A mi també em passa i em sento afortunada de poder-ho viure.
    Felicitats pels audios, més feina per tu segur, però molt agradable pels que et seguim, posar-hi veu fa que et sentim més a prop. Un petó ben fort

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