Del 19 al 24 de febrero no habrá envíos. Disculpen las molestias.
millones de veces

Millones de veces

«Te quiero, Laia. ¿Lo sabes?» «Sí, mamá, lo sé. Me lo has dicho millones de veces». Y sí, es verdad. Se lo he dicho millones de veces desde que hace casi 6 años nació.

Se lo había dicho millones de veces más mientras estaba en mi vientre. Posiblemente, el mismo número de veces que se lo dije a Lua, que también me lo escucha repetir día tras día: «Lua, te quiero».

Da igual en qué momento. Me gusta cuando se están a punto de dormir, aquel momento en que la conciencia empieza a dejar paso a otra cosa, ese instante en el que no sabes si están aquí o si ya no están. 

Ese preciso segundo en que parece que la parte más sabia capta toda la intensidad del presente. Entonces les digo que las amo, que estoy orgullosa de ellas y que ser su madre es un auténtico privilegio. Pero también cuando desayunamos, o cuando jugamos, o cuando se enfadan muy fuerte y después les sabe mal; les digo que las amo también cuando se enfadan.

Y lo hago porque ahora para ellas quizás son palabras que mamá repite millones de veces, pero un día harán un «clic» y entenderán, perfectamente, qué significa «estar orgulloso de alguien», o «privilegio».

Entenderán todo el significado de las palabras y éstas, las tendrán tan adentro que confío que sientan un gozo de vivir, de sentirse merecedoras de estar aquí y de disfrutar de todo lo que tienen, hacen y sienten.

Como cuando un niño pequeño no sabe gestionar sus emociones y comienza a pegar o a morder y le dices mil veces que no lo haga, que no se puede hacer daño a los demás ni a sí mismo, pero parece que no lo acaba de entender y sigue mordiendo todo lo que se mueve.

Y te sientes desesperar porque crees que no te hace caso o que nunca dejará de hacerlo. Y un buen día, después de haberle dicho millones de veces con más o menos paciencia que no se puede morder porque hace daño y no hacemos daño a los demás, deja de hacerlo. Porque ha hecho el «clic», ha madurado y lo ha entendido, y ya no necesita hacerlo porque sabe manejar lo que le pasa de otra manera.

Pues eso imagino que pasará un día, no sé cuando, con todo esto que les digo a ellas. Que lo entenderán a la perfección y les llenará cada célula. Que sí, que creo que ya les gusta oírlo desde el primer día, y tanto que sí, pero un día harán el «clic» y entenderán toda la dimensión.

Laia, Lua: Y os podré seguir acompañando sabiendo que sabéis todo el significado de estas palabras y de lo que os transmitimos, con vosotras y podréis crecer sabiendo que estamos, que estamos cerca pero (espero), sin intervenir demasiado…

Como hoy, cuando en la piscina nadabas, Laia. Hace tiempo que ya lo haces sin «manguitos» y me quieres cerca, pero sin tocarte.

Y tú nadas aunque sin mucho dominio de los movimientos de natación, y lo haces sola, confiando en que llegarás a la orilla. Pero si en algún momento, cuando ya estás demasiado cansada, te parece imposible llegar, aparece de repente mi mano o la de papá y te la ponemos al alcance para que puedas cogerla y pararte a coger aire.

Recuperas el aliento y sigues hasta la orilla. No se necesitan instrucciones, no hace falta mucho más que alargar la mano cuando sentimos que la necesitas y tu misma te agarras y descansas para poder seguir tu camino.

Es esto, de lo que va la crianza, ¿no? De acompañaros también cuando ya os habéis quitado los manguitos y aún así no estáis seguros todavía de nadar mucho rato… ¿verdad? Estar cerca sin que se note demasiado.

Estar mientras hacéis pasos adelante y alargáis la brazada para llegar a vuestro destino, que es sólo vuestro y que os pertenece.

No hacen falta flotadores, ni burbujitas en la espalda, ni colchones de aire, ni chalecos salvavidas.

Sólo la mirada atenta y discreta de unos padres que están sin hacer demasiado ruido, para que podáis concentraros en crecer, sintiendo que os queremos, que estamos orgullosos de vosotros y que ser vuestros padres es un auténtico privilegio.

¡Qué gozada que es ser madre!


[thrive_leads id=’6503′]

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn
Picture of Míriam Tirado

Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

2 respuestas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Información básica sobre Protección de Datos

  • Responsable: MIRIAM TIRADO TORRAS
  • Objetivo: Publicar el comentario en relación a la noticia.
  • Legitimización: Consentimiento del interesado.
  • Dirección: No se prevén cesiones, excepto por obligación legal o requerimiento judicial.
  • Derechos: Acceso, rectificación, supresión, oposición, limitación, portabilidad, revocación del consentimiento. Si considera que el tratamiento de sus datos no se ajusta a la normativa, puede acudir a la Autoridad de Control (www.aepd.es).
  • Más información: https://www.miriamtirado.com/politica-de-privacidad/

 

Artículos relacionados