Son tiempos nublados para la infancia. Y sí, no estamos en guerra ni viven situaciones de vida o muerte, por suerte, pero les estamos machacando también. Este covid les está haciendo pringar mucho.
El confinamiento de semanas y semanas encerrados en casa, luego parques precintados al salir mientras las terrazas estaban abarrotadas, zero adaptaciones escolares dejando a los niños/as en la puerta del patio en muchos coles, PCRs con frotis nasal pasando unas escobillas larguísimas por cada fosa nasal…
Mientras en otros países solo se recogen muestras de la saliva por lo traumático que puede ser recoger esas muestras por la nariz para un niño pequeño, aquí no. Y ahora, la posibilidad que se lo hagan sin estar acompañados. Un niño/a tiene el derecho de estar acompañado en estas circunstancias. Si hace años os decía que no dejárais a vuestro bebé solo cuando le hacían la prueba del talón y que se la hicieran con vosotros hablándole o dándole la manita, ahora os digo que si lo podéis evitar, os recomiendo que estéis presentes si tienen que someterse a una prueba PCR.
Este covid pasará un día. El covid o la crisis que ha provocado a nivel sanitario y económico, pero creedme que lo que más tardará en pasar son las consecuencias emocionales y psíquicas que está acarreando y en buena parte, a la infancia, que es lo que más deberíamos de proteger y tener en cuenta. Ellos son el futuro. ¿Qué futuro queremos?
Ojalá resuene
Artículo publicado en Instagram y Facebook el 22 de Septiembre de 2020