19.1.2012
La primera vez que oí a mi madre hablar de «estar disponible» fue en una de sus clases de preparación al parto. Yo estaba embarazada de cinco meses y ella explicaba qué significaban estas dos palabras y lo importantes que eran de cara al parto. Estar disponible era mucho más que el significado que yo había dado hasta entonces a aquellas dos palabras unidas. Era una actitud hacia el bebé que había nacido y era, sobre todo, una actitud hacia la vida.
Parí, empecé a dar el pecho (todavía lo hago), y empecé a criar teniendo aún el recuerdo de las dos palabras pronunciadas por mi madre. En la lactancia el concepto, la idea, y el significado trascendente que es «estar disponible» me ha ayudado muchísimo. Aquellos días en que la demanda era casi exagerada y que yo me sentía ahogar, intentaba volver al punto de partida. Y siempre me daba cuenta que, sin quererlo, sin ni siquiera ser consciente de ello, en cada toma había ido estando menos disponible y mi hija lo había notado. Yo había estado menos presente, menos acogedora. Y ella, esa distancia, la había convertido en más demanda, reclamando lo que mamá, sin saber por qué, le había quitado; la disponibilidad. Y entonces yo volvía al inicio, me volvía a centrar: volvía a estar disponible y de repente, todo era fácil como el primer día.
Un bebé necesita que la madre esté abierta, disponible y entregada. Abierta para dejarlo entrar en cada rincón de su ser. Disponible para poder reclamar en el momento que necesite y entregada para poder verter aquel desasosiego que a menudo tienen los bebés porque el entorno les es extraño o inhóspito, comparado con el vientre materno. Estoy hablando de la madre que acoge, la madre como un receptáculo donde se puede verter la alegría más inmensa pero también el llanto más rompedor y profundo de un bebé vulnerable y perdido, que intenta reconocer algún pedazo del mundo nuevo que le rodea.
Y todo ello no es fácil. Acoger, estar disponible, entregada, haciendo de receptáculo de toda la demanda, de toda la angustia y a veces también enfermedad del bebé. No es fácil pero es importante. Importante que nos preguntemos si estamos disponibles. Si nos sabemos disponibles y si le hemos hecho saber a nuestro hij@ que lo estamos para él/ella. Si es que sí fantástico… no hay nada mejor que crecer sabiendo que mamá está disponible para nosotros. Si la respuesta es no, si nos vemos bloqueadas, si nos encontramos con reservas, frenadas, medio cerradas y con miedo de abrirnos de par en par y dejarlos entrar… preguntémonos por qué. Es probable que en el primer momento no sepamos la respuesta. Pero la encontraremos, tarde o temprano, si realmente existe la voluntad de dejar de criar a medias. A veces lo que encontraremos no nos gustará y nos hará falta un tiempo para asumir, aceptar, perdonar y recomenzar de nuevo estando más disponibles de lo que nunca antes habíamos estado.
Pero vale la pena. Vale la pena abandonarse, respirar al unísono y juntos, porque tú estás abierta, y porque ellos (los hijos) se pueden apoyar en tu pecho, con la certeza de que estás en el sentido más profundo que seáis capaces de imaginar. Estar disponibles nos ayudará durante el embarazo; acoger el nuevo ser, dejarlo instalar, dejarlo quedar y crecer. Nos servirá para el parto y también en la lactancia. Disponibles sin relojes, sin prisas, sin hacer dos o tres cosas a la vez, sino presentes en cada toma, o en la mayoría. Y también nos será muy útil durante toda la crianza, porque nuestros hijos nos sabrán cercanas y abiertas en cada nueva etapa. En las que todo es fácil y también en las que todo se complica.
Si estamos disponibles y abiertas emocionalmente a nuestros hijos disfrutaremos de un vínculo fuerte e indestructible. Y estaremos en paz, sabiendo que hemos dado lo mejor de nosotras cada día y a cada momento.
11 respuestas
Muy bonitas palabras y sentimientos. Es una actitud ante la vida, y por tanto ante nuestra maternidad y nuestros hijos. Gracias por recordárnoslo!
Me ha encantado este post, porque esta tarde, fruto del cansancio, me he sentido algo agobiada y poco disponible para mi bebé. Salí un rato a tomar el aire cuando mi marido llegó y volví con una disonibilidad absoluta. A veces no es fácil sentirse al 100% disponible aunque se quiera.
Dandocoloralosdías: Gracias por tus palabras! Un beso.
Tali: Tienes toda la razón, es muy difícil. Es mucha la demanda y también el cansancio fruto, en parte, de no vivir «en tribu». Es normal que muchas veces esa disponibilidad se desvanezca y tengamos que salir «a tomar el aire» para volver disponibles otra vez. Un abrazo!
Estar disponible es, tal vez, de las cosas más difícil a la que nos enfrena la maternidad. Tengo que reconocer que muchas veces me cuesta un montón de trabajo solo estar disponible, principalmente cuando tengo la cabeza llena de todo lo que tengo o quiero hacer y no logro concentrarme en simplemente «estar» allí con ella en brazos, o tirada en el piso jugando, o en el parque, o haciendo lo que ella necesita, con la cabeza totalmente puesta y concentrada en el momento y en nada más. Pero creo que hay que intentar lograrlo, es importante para nosotras y para nuestros bebés. Y aunque a ves es dificil, de tanto intentarlo cada vez lo logramos más y lo disfrutamos. Y eso tiene una inmensa recompensa.
Sí, Zary, fácil no es. Pero si tenemos conciencia de cuando no somos capaces de estar disponibles, de estar presentes, cada vez nos será más fácil estarlo. Cada cosa en su momento ¿verdad?
besos
Preciós! El poder estar disponible de forma concient et fa desapareixer el sentiment de culpa que portem les mares adherit al nostre cos. M’agradat mooolt
Gràcies Diana. Una abraçada.
Una manera d’enfocar la maternitat molt sàbia i encertada. Després de moltes angoixes amb el meu primer fill vaig arribar a la conclusió que si escoltava més el que necessitava i estava com tu dius, disponible per ell, les coses fluien molt i molt millor
Sí… quan canviem d’actitud i en comptes de voler «fugir» o de no estar presents decidim estar-ne i deixar la resta durant una estona per estar disponibles per a ells, el que anava del revés comença a anar a l’hora. Com si els rellotges se’ns haguessin sincronitzat.
Petó.
La Bruna surt de l’escola molt accelerada després d’un dia sencer d’emocions amb els companys i experiències amb l’aprenentatge… però quan arribem a casa, ah! El seu ritme baixa progressivament i aleshores, mig malhumorada o no, segons la son, em demana teta, teta per dormir. Preferix dormir a casa «amb el seu coixí» que no a fora a l’escola (i qui no?) Aleshores jo, desprès de canviar-me de roba i posar-me cómode, m’assec al sofà: el mòbil a prop, una ampolleta d’aigua, una manteta i un llibre, poso les cames sobre la tauleta i sens vacil.lar la Bruna puja a la meva falda… Li xiuxiuejo «quina vols?» ella m’assenyala amb ànsia el pit que desitja i ens col.loquem, ens col.loquem les dues per a passar potser més d’una hora i mitja sense moure’ns, per desconnectar del món i connectar-nos nosaltres, per dir-nos mil i una coses, per protegir-nos i entregar-nos, per estimar-nos, senzillament gaudint del moment.
Quina abarració! Una hora i mitja sense fer res! Pensareu: ni menjars, ni plantxar, ni feina, ni res de res…? Però en aquell moment ho faig tot, TOT per a la meva filla. I sí gairebé és cada tarda. Per a mi això és dedicació.
Us asseguro que no sóc res de l’altre món, treballo en horari de reducció de jornada però col.loco, per sobre de tot, les necessitats de la meva filla. I ho dic amb tot el carinyu, sense voler ofendre a ningú, perquè aquesta és només la meva experiència i la vull compartir.
Seré jutjada, segurament algú dirà «això és perquè només en tens una». Potser tindran raó, però ho faig perquè m’ho demana el meu interior, perquè ho necessito. Ah! I no us equivoquéssiu, per a mi no és un sacrifici, és un autèntic plaer.
Un petonàs per a tots/es!!
Hola Sònia. Gràcies per compartir aquí aquests moments tan íntims, tan teus i de la Bruna. Celebro que trobeu aquests instants de connexió, de repòs, d’aturada després d’un dia intens i ple de coses… i de separació entre vosaltres. Són coses només vostres, i la resta no som ningú per dir si està o no està bé, si ho fas perquè només en tens una o qui sap quantes coses més… Sou mare i filla, és el vostre vincle.
Una abraçada.