Conectar con tus límites
Si eres una persona complaciente que intenta que todo el mundo esté bien en todo momento, puede que lo pases
Empecé el blog en febrero de 2011, en este apartado encontraras más de mil posts sobre crianza consciente, reflexiones, consejos y mucho más para ayudarte a vivir una maternidad y paternidad plena, consciente y feliz. En mi canal de YouTube encontrarás más de 200 vídeos que te ayudaran a poner perspectiva y humor a tu día a día.
Usa el buscador para encontrar lo que necesitas.
Si eres una persona complaciente que intenta que todo el mundo esté bien en todo momento, puede que lo pases
La adolescencia no solamente remueve a los propios niños y niñas al entrar en esta etapa de cambio absoluto. También
Hay madres y padres enfadados con su adolescente porque, inconscientemente, le reprochan no ser ya el niño/a que era y
Con el mes de febrero, vuelve «El podcast de Míriam Tirado», tu podcast de crianza consciente, y lo hace con
¿Tu hijo/a a veces llega a casa y te cuenta que ha habido conflictos con sus compañeros? Este vídeo quizás
Seguro que has vivido alguna situación parecida en que un adulto en vez de jugar, lo que hace es chinchar:
Estoy muy contenta de traeros hoy esta entrevista a Azucena Caballero: «Educar sin castigar» que espero que os sea muy útil
Hoy hablamos de la otra cara de la moneda: los niños pegados o mordidos. Después del video de la semana
Esta frase seguro que la habéis escuchado alguna vez, o la habéis utilizado vosotros mismos. O habéis oído a alguien que la decía de algún otro niño o niña «el hijo de Eva se porta fatal» o «la hija de Ramón es terrible», y cosas por el estilo. Para hablar de todo ello hoy empiezo con una reflexión:
¿Qué es portarse mal? A veces alguien me dice que ese niño se porta muy mal y yo, por el contrario, no veo que haga nada malo. Y al revés, he visto niños con comportamientos que me hacían estremecer y sus progenitores o cuidadores los encontraban de lo más normales. Por tanto, esto de portarse «mal» puede ser muy relativo. Para alguien puede ser que un niño se mueva mucho, o corra, o hable fuerte y reivindique lo que piensa y cree. Por otro puede ser que un niño rompa cosas, pegue, insulte y moleste a los de su alrededor.