Alucino, la verdad. El martesos contaba el caso de Habiba y el revuelo que había habido en la red y en concreto, los blogs de madres y de padres para conseguir que esta chica y su hija de 15 meses dejen de estar separadas de una vez. Pues bien, el tema no ha terminado; precisamente el miércoles se hacía eco el diario EL PAÍS que, por cierto, linkó nuestros blogs de maternidad. Pero la alucinada mayor me ha llegado hoy a través de Twitter: resulta que una técnica del Instituto Madrileño del Menor y la Familia que lleva el caso ha ofrecido a Habiba verbalmente «una visita de una hora semanal a su hija para mantener la lactancia». Ante la insistencia de la madre para estar con su hija y la de la presidenta de la Fundación Raíces que le dijo que era evidente que no tenían ni idea de lactancia materna, han respondido que valorarán un régimen de visitas más amplio.
No es que no tengan ni idea de lactancia materna, es que viven en otro planeta. Habiba no está luchando para conseguir dar el pecho una hora a la semana a su hija, está luchando para que se la devuelvan, porque no se la deberían haber quitado nunca. Pero es que además, frases como la que ha dicho esta técnica demuestran que el conocimiento social de la lactancia materna es muy, muy bajo. A veces, las madres que amamantamos a nuestros hijos durante meses y meses nos pensamos que todo el mundo tiene la misma información en cuanto a lactancia materna y la verdad, la cruda realidad es que en general, no se tiene ni idea ni de los beneficios de la lactancia, ni de cómo se hace, ni de cómo funciona, ni de qué sienten madre e hijo durante el tiempo que se amamanta…
Es como cuando el Ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, (Ya hablé en un post) dijo que para llegar a la conciliación entre la vida laboral y personal en España, «todos» los niños deberían escolarizarse «inmediatamente» después de nacer. «Si tuviera que escoger una sola medida por encima de todas las demás para estimular la igualdad y, al mismo tiempo, la eficiencia de la economía, la capacidad, la producción y la riqueza a medio y largo plazo, sería que todos los niños pudieran estar escolarizados inmediatamente después de su nacimiento». El Ministro y la técnica del Instituto Madrileño del Menor y la Familia podrían ir cogidos de la mano porque demuestran no tener ni idea de cuáles son las necesidades de los menores, en este caso de los bebés, ni tampoco de sus padres y madres.
Y me sabe mal, lamento profundamente que esta gente, que ocupa puestos de responsabilidad, cargos importantes y que toman decisiones que afectan a tantas personas, tengan tanto desconocimiento de temas que, se supone, deberían dominar. De hecho.. si me paro bien a pensar, me da miedo. Me da miedo porque no sé cómo acabará el caso de Habiba, y a juzgar por estos técnicos, puede acabar fatal. Por su hija, que no debe entender por qué demonios no ve a su madre, y por esta chica, que si me pongo en su piel, simplemente, me muero. Y miedo por las tonterías que pueden acabar decidiendo los políticos y que afectarán a nuestros hijos algún día u otro.
Perdonad el «pronto», pero no me he podido aguantar. 1 hora de lactancia semanal? Por favor! Rio por no llorar.
Ah, ayer, unas 40 personas se manifestaron ante el IMMF en Madrid, y esta tarde a las 19h habrá una concentración de protesta en la Plaça de Sant Jaume de Barcelona. Espero que sirva de algo.
3 respuestas
Ya lo dije en mi blog, parece que el caso esta saliendo a la luz y que no somos 4 locas de la teta a las que nos parece que lo que se esta haciendo no es lógico ni desde luego se esta buscando lo mejor para esa niña. Esa madre y esa niña debería estar juntas y si se piensa q algo no va bien que estén controladas pero juntas por Dios, que a ese bebe se le esta causando un daño tremendo!!! Una hora para que pueda estar con su hija?? De verdad q esto es el colmo…
Això és un cas de maltractament en tota regla! Qui controla als que controlen?
Qui protegeix a la menor i a sa mare, de l’administració?
Yo también siento miedo….. y mucho, porque es impresionante y deprimente la falta de formación y conocimientos de los responsables en esta y otras áreas y, por lo tanto, las consecuencias de esto pueden ser bastante malas para todos. Ante casos así entiendo, por ejemplo a todos los antivacunas. Parece que esto no viene al caso pero sí…… quiero decir que la sociedad ya no confía en sus «especialistas» y esto puede ser un problema muy grave. Pero ¿Como confiar cuando ocurren cosas como la de Habiba, o los gemelos de Mallorca (en el área de la protección de menores), los escándalos con las centrales nucleares (estoy pensando en Ascó y su fuga de hace uno o dos años), las intoxicaciones alimentarias….. Poco a poco se están dando tres fenómenos:
1- Una sociedad formada por personas cada vez más informadas y a las que cuesta más manipular.
2- Una realidad cada vez más compleja donde es imposible ser especialista en todo
3- Unas instituciones corrompidas compuestas, no por los mejores profesionales, sino por los mejores amiguetes de los que ocupan el poder en un momento dado, con lo que están perdiendo toda la credibilidad.
La solución pasaría por unas instituciones públicas independientes formadas por los profesionales que han demostrado ser los más competentes al margen de sus inclinaciones políticas o sus contactos y cuya prioridad no pudiera ser nunca el beneficio económico, sino el realizar su función sin fallos y de manera excelente. ¿Sería eso posible?????