30.9.2011
Cuando escribimos VÍNCULOS; GESTACIÓN, PARTO Y CRIANZA CONSCIENTES con mi madre, la entrevista que me costó más de hacer fue la de mi abuela, sin duda. O sea que no te engaño, Laia, cuando te digo que hace tres meses que intento escribir algo sobre ella en este blog sin éxito. Porque, por un día, quiero que la veas con mis ojos.
Llegué a la vida de mis padres sin lugar a dudas, muy temprano. Ella tenía 19 recién cumplidos, y él un poco más. Jóvenes, inexpertos y entregados como estaban en la lucha por las libertades en este país, mi abuela y mi abuelo acabaron cubriendo los huecos que ellos dejaban sin darse cuenta, como, de hecho, hacen tantos y tantos abuelos en el mundo. Es seguramente por ello que el vínculo que fuimos tejiendo sin ni siquiera ser conscientes de ello entre ambas fue siendo cada vez más fuerte. Tanto, que créeme cuando te digo que soy incapaz de imaginarme la vida sin ella. Tener abuelos es fantástico y estoy contenta de que tú tengas tantos. Porque la relación con los abuelos, el vínculo que nos une juega en otra liga, es otra historia. Ya te digo ahora que ser abuela de tus hijos me gustará, estoy segura.
Llegar tan temprano a unos padres tiene una ventaja muy grande, y es que los abuelos son jóvenes y que por tanto, puedes disfrutar de ellos (con un poco de suerte) durante mucho tiempo. Sé que un día, este «tiempo» compartido, inevitablemente se acaba, y supongo que por eso escribo estas líneas hoy, porque yo, Laia, aún no quiero que acabe.
¿Cómo podría describirtela? Tu bisabuela es una facilitadora de la vida. La hace mucho más fácil, y no sólo la mía, sino la de toda la «tribu», la de todos nosotros. Ella vive pensando en los demás, cocinando por los demás, preocupándose por los demás y nos ama de la manera más incondicional que te puedas llegar a imaginar. A veces con tu tío hacemos broma diciéndole «¿cómo puede ser que te guste todo de nosotros? Si fuéramos asesinos en serie, ¡seguro que nos amarías igual!» Y ella nos dice que no digamos tonterías, riendo, porque sabe que en el fondo, la respuesta es que sí, que no dejaría de amarnos. Tu bisabuela me ha cuidado cuando era un bebé, cuando era una niña, cuando me vino la regla y estaba adolescente perdida, y también ahora, que ya soy madre. Tu bisabuela me ha llevado de vacaciones en la playa y junto con tu abuelo, me han hecho amar el bosque, la naturaleza, los animales y las plantas. Siempre me llevaban al bosque, siempre a la montaña, siempre. Supongo que porque de alguna manera, ha sido el hábitat donde se han encontrado más cómodos, más… como en casa. Es lo que pasa, supongo, cuando has vivido allí toda la vida, cuando vienes del campo…
Tu bisabuela ha leído todo lo que he escrito en mi vida y sabe qué es Internet y Twitter porque no quiere perderse nada de lo que hago, tampoco en la red. La tendrías que ver qué agilidad con el ratón! 🙂 Tu bisabuela es feliz de que vuelva a estar en la radio, porque así me puede escuchar también cuando estoy lejos de ella. Va con el transistor por todas partes, aunque tenga que escuchar las noticias ocho veces repetidas, da igual, porque quien las dice, quien las explica, ¡es su nieta!
Tu bisabuela me reñirá hoy cuando me vea por la puerta y me dirá que por qué caray he tenido que escribir sobre ella! Le preguntaré si ha llorado (es como todas las mujeres de la familia, de lágrima fácil) y me dirá «un poquito», aunque sabrá perfectamente que yo sé que ha llorado todas y cada una de estas líneas. Porque sabe como la quiero, porque sabe como me gusta vivir tan cerca de ella, verla cada día, charlar cada día, aprender de ella, reír con ella,… Porque tu bisabuela no es como las otras, es especial. Lectora empedernida, devora libros cada semana. De mente abierta y moderna, a veces pienso que nació demasiado pronto, pero después me alegro y pienso que quizás si no hubiera sido así, no nos habríamos encontrado.
Por eso lamento que algún día el tiempo se acabe y no me puedo ni imaginar el momento porque automáticamente se me hace un nudo en el estómago que me lo cierra todo y… «Eso sí que no,-diría ella-que tienes que comer, que estás muy delgada!» Cuando entro en esta especie de angustia intentando hacerme a la idea de que esto algún día pasará, regreso al lugar donde siempre vuelvo, al vínculo. Y confío en él y en este hilo transparente que nos une incluso más allá, espero, de la vida. Porque sé que vaya donde vaya continuará cuidándonos y porque sé que la llevaré tan presente, tan cerquita, que me será imposible sentir su ausencia, al menos, pasado el vacío extremo del principio.
Porque yaya, ahora que me lees, deja que te diga que lo que tenemos, es imposible que se acabe. Yo viviré en ti y tú vivirás en mí, y no me cansaré nunca de agradecer a la vida que me haya dado una abuela como tú. No sé cómo lo haré yo con mis nietos, pero te aseguro que he tenido una gran maestra. Gracias por todo, yaya, te quiero mucho más de lo que te puedes llegar a imaginar.
12 respuestas
Quina gran sort que tens de tenir la teva àvia amb tu i que pugui gaudir de la teva faceta de mare. Jo no vaig conèixer a una de les meves iaies i l’altre ens va deixar fa molt de temps. De vegades penso que allà on sé, jo crec que al cel, ens observa i somriu satisfeta de veure com la seva neta s’ha convertit en mare. Segur que la teva àvia s’ha emocionat i s’ha sentit orgullosa de tu
Segur que sí, segur que et mira i li agrada veure’t mare, i gaudeix, també d’aquest fil transpareix que us uneix també a vosaltres. I sí, ho has endevinat: s’ha emocionat, i molt, em sembla! 😉 Una abraçada i gràcies pel teu comentari, Sandra.
Molt bonic i emocionant.
Jo també tinc una àvia que val milions, i que estima INCONDICIONALMENT. Em fa sentir especial, estimada, «petita», i orgullosa de ser la seva neta… Gràcies Míriam per «remenar» les emocions, i per compartir les teves un cop més.
Ai, Mariona… gràcies a tu! Ho has dit molt bé… «remenar» les emocions! Estic contenta d’haver pogut finalment escriure el que he escrit i que ella ho hagi llegit. Li ha agradat, ha estat molt contenta… No li ha agradat la foto (no s’agrada mai! presumida com és ella diu que la podia haver tret millor!) però crec que ha estat feliç. M’ha dit: «Ets corresposta!» i no calia que ho digués perquè tinc claríssim que és així. Estic contenta, també, que t’hagi agradat, i que t’hagi fet pensar en la teva súper àvia! Una abraçada, guapa.
Que bonito, que relación tan bonita y con que amor hablas de ella… estoy segura de que tu abuela ha disfrutado tanto de ti como tu de ella, sois unas afortunadas… Ojalá Abril y mi madre consigan crear ese vínculo tan especial, de momento van por el buen camino. Gracias por presentarnos a tu abuela, una gran mujer…
Seguro que lo conseguirán, no lo dudes! Tendrán un vínculo que las acompañará siempre.
¡Qué lindo y que relación más bella!
Me gustaría que leyeras, si tienes tiempo y te apetece, lo que escribí sobre mi abuelo (el bisabuelo de mi peque) hace unos meses. https://sermadreunaaventura.com/2011/05/02/mi-abuelo-ese-gran-senor-con-voz-de-angel-y-manos-de-artista/
¡Es increíble lo que llegamos a echar de menos a gente que se marchó hace tiempo cuando somos madres! Recordamos nuestra infancia a su lado y deseamos con todas nuestras fuerzas que esa persona vuelva con nosotros para hacer a nuestros hijos igual de felices que nos hicieron a nosotros en su día!
Disfruta mucho de tu yaya!
Silvia, lo he leído. ¡Cómo lo querías! Cómo se nota vuestro vínculo fuerte y aún sólido (a pesar de haber pasado 18 años) en cada palabra tuya. Enhorabuena por haber disfrutado de un «caballero» así, como tu lo defines. Me alegro mucho. Un beso.
Ohhh preciós!!! m’ha encantan! jo també tinc molt bon «feeling» tot i que més amb la materna que amb la paterna, se que sóc la seva «favorita», tinc molta sort encara de tenir-los a prop meu, fa una setmana vaig perdre a la nostra estimada Gala, la nostra gata, ho hem passat molt malament, (Sort que el Joan no s’ha assabentat gaire) i cada em truca per animar-me i fer-me veure la vida amb més alegria.
Jo recordo que ella em pentinava, em donava l’esmorzar, em mirava desde el seu balcó i em deia que ja podia creuar el carrer, jejejeje, dinava, el meu avi em recollia de l’escola, em portava a fer ballet, a la piscina, em comprava un franckfurt….
Crec que el Joan també podrà disfrutar com jo de la seva iaia!
Tot el que escrius Míriam, m’arriba al cor! un petó i tot i que aquesta setmana no he pogut estar molt al twitter, prometo posar-me al dia entre avui i demà amb el teu blog! un petó!
Que bé, Pilar! Tu també tens molta sort! I el Joan, de poder gaudir de la seva besàvia… és tan bonic veure generacions tan distants alhora tan properes… Gràcies per compartir la teva experiència en aquest blog. Una abraçada.
Míriam!! M’has fet reviure moltes coses. Jo també tinc uns grans avis, sobretot paterns, que és amb qui més relació he tingut. Ara inento que els meus fills valorin la importància i la sort de tenir tots els avis tan a prop. És una estimació tan gran, tan incondicional….
Pel que fa al tema de predre’ls, a mi també se’m fa un nus a la gola però també et puc dir que tens tota la raó quan dius que la teva àvia viurà en tu. Jo vaig perdre el meu avi matern quan tenia sis i ara amb 35 encara me’n recordo sovint. Tinc flashos, recors de frases que em va dir quan jo era petitona i que ara se que per molts anys que passin mai oblidaré.
M’has fet emocionar…. preciós! Enhorabona per aquesta relació amb la teva àvia!! La Jana ha conegut tres de besàvies. Quan va morir la meva àvia la Jana era molt petita, però amb una de les àvies del meu home hi ha jugat i molt! A mi m’ha fet feliç veure com la gaudia! XXXX