Es muy interesante parar un momento a observar qué sientes cuando dices “hasta aquí” (a tu hijo/a o a quien seas).
• ¿Puede que sientas incomodidad?. Tener que marcar los límites a lo mejor te hace sentir mal porque detestas el conflicto.
• ¿Puede que sientas mucho miedo a que la persona a la que pones límites se enfade y se sienta ofendida?.
• ¿Puede que dudes de si ese límite es el correcto o no y que empieces a pensar que quizás, no había para tanto y podrías haber “aguantado” más?
• ¿Puede que sientas mucho enfado por tener que establecer límites y te preguntes por qué el otro no sabe ya que el límite está ahí?. Que te enfades con esa persona, sea quien sea, por “obligarte” a ponerte así.
• ¿Puede que sientas mucha tristeza y culpa?. ¿Puede que te guste tan poco establecer límites que cuando lo haces, te sientes culpable de todo…?
Sea lo que sea que sientas, te ayudará a darte cuenta y será el primer paso para cambiarlo. Porque no podemos cambiar nada si no hemos tomado consciencia de lo que ocurre antes.
Si te pasa cualquiera de estas cosas que te he contado, el libro “Límites” es para ti. Te vendrá como anillo al dedo, créeme.