Dormir o no dormir, esta es la cuestión

En casa tenemos una cama enorme. La nuestra, de 1,50 más otra al lado de 90 y una cuna hecha por el abuelo de las niñas en el otro. Total, que tenemos una cama que de punta a punta hace casi 3 metros! Laia, a lo largo de estos 5 años y medio, ha dormido la gran mayoría del tiempo con nosotros y a épocas, sola en su habitación. Hace unos meses volvió a su habitación y al principio dormía francamente bien, pero llegó septiembre, octubre y poco a poco se fue despertando más. Primero una vez, luego dos, y algunas noches, hasta tres veces en que nos quería con ella hasta que se volvía a dormir. Tenía miedo, (suponíamos) y nos quería allí.

Para nosotros era muy pesado; íbamos cansados y veíamos que aquello ya no volvía a funcionar. Le comentamos que creíamos que estaba pasando algo porque ya no dormía tranquila allí y que si quería, podía volver con nosotros, que no había ningún problema. Dijo que tenía miedo y sí, que quería volver. Esa misma noche durmió 12 horas seguidas como siempre y se acabaron los despertares por miedo. Ahora, si algún día se despierta es para hacer un pis o para beber agua, nada más.

Me doy cuenta que esto no es habitual, no hay muchos niños de 5 años y medio que duerman en la habitación de los padres y cuando alguien me lo pregunta y digo que ha vuelto con nosotros y que duerme bien de nuevo hay quien pone cara de sorpresa (en el mejor de los casos).

Para mí, respetar el ritmo de tu hijo significa respetarlo siempre, no sólo cuando es un bebé y lo vemos vulnerable. Y era evidente que ahora, con Lua durmiendo con nosotros, con el inicio escolar, etc, había demasiadas emociones que la despertaban de noche y sola, en su habitación, no estaba suficientemente tranquila como para dormir en paz. A mí me da igual donde duerma: si lo hace en su habitación y está feliz y duerme serena y bien me parece fantástico. Y si lo hace con nosotros y es feliz allí, pues también. Sólo tengo una única preferencia: DORMIR BIEN. TODOS. Que los padres y las hijas podamos dormir como nos merecemos, podamos descansar para hacer frente, después, a lo que nos traiga el día. Y está claro que despertarse 3 veces, hacer viajes a la otra habitación, hacerle compañía hasta que se durmiera de nuevo, volver a nuestra habitación y dormir, era absolutamente inviable. Al menos para nosotros. Íbamos cansadísimos. Generalmente se ocupaba él, de Laia, y yo de Lua, pero algunas noches nos encontrábamos haciendo viajes por el pasillo tu para aquí, yo para allá, y aquello era horroroso!

La semana pasada mi marido estuvo dos noches fuera por trabajo. Dormí con las dos, una a cada lado, y dormí fatal. Me despertaba (no porque ellas me despertaran), sino porque no estoy acostumbrada a dormir sin él. Me gusta sentirlo cerca. Me gusta tocarlo cuando me muevo. Me gusta que esté a mi lado. Y si esto me pasa a mí que tengo 38 años, como no les va a pasar a ellas? De alguna manera, cuando estamos todos en casa puedo dormir tranquila, como si todas las ovejas estuvieran en el corral. Y duermo como un tronco. Pero cuando él no está, o cuando él y Laia han dormido fuera algún fin de semana por lo que fuera… yo ya no duermo igual.

Y es que somos mamíferos y dormir juntos es lo que hacen la gran mayoría de mamíferos. Acurrucados, uno al lado del otro, acompañándose también en sueños. Y yo no lo encuentro ni anormal, ni grave, ni nada. Para mí es lo más natural del mundo porque es lo que me sale de dentro; permitir que duerman donde quieran mientras las vea dormir tranquilas y felices. Ni tengo dependencia, ni siento que esto sea motivo de gran debate. Simplemente respetamos sus ritmos: Lua es evidente que ganas de dormir lejos de mí no tiene, y Laia, depende de la época quiere dormir sola o acompañada. Pues que así sea.

Entonces vienen las preguntas: ¿Y la pareja? ¿Y las relaciones sexuales? Pues bien, para nosotros no es ningún problema porque, por suerte, tenemos otras habitaciones, un sofá, etc. Esto de que cuando tienes hijos hacer el amor es peor es mentira: es más divertido, más imaginativo y te lo tienes que currar más porque a menudo casi no tienes ni el tiempo. O sea que eso de que para las relaciones sexuales tu hijo tenga sí o sí que dormir solo en su habitación cuando no lo quiere es una excusa. Una excusa que esconde el miedo. El miedo de «Y si nunca quiere dormir solo? Y si nunca se independiza?” Es ese miedo que nos han transmitido desde que somos pequeños y aquella ansia de que los niños no dependan de nadie y salgan hacia la vida, que es muy dura! Que aprendan!

Respetarlos sólo en lo que a mí me es fácil o me apetece no es respetarlos. Respetarlos sólo de 8 de la mañana a 21h, o cuando a mí me va bien, tampoco. Lo siento, pero no lo es. Respetarlos es del todo, con todo.

Más preguntas: «Y la pareja, durmiendo con las niñas, donde queda?» Pues a mí, me queda a mi lado. Tenemos cada uno una hija por banda y él y yo en medio, en nuestra cama de 1,50. Para nosotros esto es importante, nos gusta dormir de lado y así cuando doy el otro pecho a Lua me aseguro que él no le hará ningún golpe, lo que con Laia (que duerme muy profundamente), ya no lo tendría tan claro con lo que se llega a mover. Si Laia en vez de tener 5 años y medio tuviera 2 y me necesitara todavía mucho, no sé qué haría, seguramente dormir yo con una hija por lado y él junto a una de ellas. Supongo, pero no lo he vivido y son sólo suposiciones.

Con todo esto lo que quiero decir es hagamos revisión de los prejuicios que tenemos respecto a estos temas de crianza tan controvertidos y asegurémonos de que lo que nos mueve no es el miedo a teorías que lo único que esconden es una necesidad social de separar el máximo de rápido posible a los niños de sus padres. No sea que nos necesitaran demasiado! Tenemos mucha prisa y un concepto de lo que es el respeto hacia un hijo muy erróneo, en mi opinión. Y sobre todo, tenemos encima la influencia de una sociedad patriarcal que lo que prioriza es el adulto, la necesidad del adulto muy por encima de la necesidad del niño. Una sociedad autoritaria e instalada en el poder de unos sobre otros y en este caso, del poder del padre y la madre por encima del hijo.

Y para mí, el poder, la autoridad… son conceptos que no asocio a la relación con un hijo, la persona que más amaremos en la vida. Yo no las quiero someter, las quiero acompañar, quiero crecer con ellas. Quiero tratarlas con empatía, aprendiendo de ellas, adaptándonos a los cambios, a su proceso de crecimiento. Quiero dialogar, empatizar con ellas, entenderlas y que me entiendan. Y, por encima de todo, quiero respetarlas para que se sientan personas tenidas en cuenta, respetadas, felices y libres.

 

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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

10 comentarios

  1. Aquesta entrada em ve al millor moment, ja que justament aquesta nit li havia proposat a la nutxi tornar al nostre llit. I així estic ara mateix, amb una nena a cada banda 🙂 I sóc feliç de veure-les dormint plàcidament les dues. De fet la Nutxi de tant en tant fa un suspir d’aquells de «que bé s’està aquí».

  2. Nosaltres estem amb el darrer cas que planteges: nena de dos anys i bebè recent nascut. Com que mamen tots dos, la única opció és nena, jo, bebè i el pare. La pega és que per temes d’espai només podem tenir un llit de baranes acoplat al nostre de 1.5m…un altre llit de l’altra banda seria fantàstic!!! però és impossible 🙁

    1. Hola Koshka,
      En primer lloc. enhorabona per aquesta recent estrenada maternitat de dos! T’entenc, amb poc espai tot es complica! En el nostre cas vam tirar una paret a terra per poder tenir una gran habitació; teníem clar que quan tinguéssim fills, volíem tenir la possibilitat de poder dormir tots junts. Penseu estratègies, potser al final trobeu una manera més comode de dormir junts. Una abraçada

  3. M’agradat la reflexió de fins a quin punt quan estas acostumat a dormir amb algú el trobas a faltar quan no hi és. I com diuen mooolts nens; perque jo he de dormir sol si vosaltres dormiu plegats? Tenen tota la raó.
    Ara, el que no sé com faré es muntar un llit de 3m d’ample a la meva habitació perque ja em veig igual que tu al cap d’un parell de mesos. Ara amb l’A. (de 4 anys) encara hi cabem els 3 en un llit però quan vingui el bebe 1,50 ja es massa poc!

    1. Hola Gemma,
      Sí, definitivament un llit de 1,50 per 4 és massa petit. Ningú dorm bé amb tan poc espai, s’ha de buscar una altra manera… Penseu, imagineu,… igual que li he dit abans a Koshka, potser trobeu la manera!
      Una abraçada!

  4. m’encantaaaa <3
    jo també soc la suposició que dius… dos nens amb un any i mig de diferencia… pare, nen, mama, bebe 😉 tenim el llit nostre enganxat a la paret i acoplat un llit individual… però el gran ja té tres anys i el petit un any i mig… seguim igual! jo crec que ni tansols sospiten que algun dia tindran un llit en una altra habitació, tot arribarà, son molt demandants, necessiten que estigui al llit mentre s'adormen i si es desperten i no m'hi troben em criden desesperats… no tinc cap ganes de forçar res.
    i com molt bé dius, les relacions sexuals entre la parella son possibles en altres escenàris,
    nosaltres ara mateix estem buscant un tercer fill… llavors a veure com ens ho muntem, jejeje!! potser haurem de dormir al menjador per fer cabre tot el llit que necessitarem…
    seria molt comlicat ofrçar a un nen a qui no ve de gust marxar del llit dels pares, havent-hi, a més, un o uns germans més petits a qui encara se'ls permetés…
    a més, saps què? A MI M'ENCANTA DORMIR AMB ELLS!!!

  5. Ai no se perque he perdut el comentari. Et deia que genial el post. Nosaltres tenim un llit 2×2 i un matalas al costat…i dormim d.allo mes bé..diguin el que diguin. Fa un temps explicava la meva experiencia en un post que es diu «en mi cama somos 4»
    😉

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