Stop violencia obstétrica

De violencias hay de muchos tipos, también en lugares que, de entrada, nos parecería imposible. Por ejemplo, dentro de un hospital. Traspasar la puerta de un centro sanitario debería suponer estar protegidos, asegurando que nada ni nadie nos hará daño, nos humillará o nos atacará. Pero esto no siempre es así. Mucho más a menudo de lo que aparentemente parece en hospitales de todo el mundo, en paritorios de todo el planeta se inflinge lo que se conoce como violencia obstétrica.

Quién parimos somos las mujeres e históricamente el maltrato a la mujer ha sido perpetrado, aceptado e incluso justificado de hecho, hasta hace nada, en nuestro país. Quizás por eso, que en muchos paritorios se trate a una mujer en pleno trabajo de parto sin empatía, humillándola si grita, reprendiéndola y haciéndole las prácticas más intervencionistas del mundo… a veces parece incluso «natural». Estoy contenta y triste a la vez. Contenta porque un programa como Baby Boom de La Sexta, que se emite los viernes, da pruebas constantes de malas prácticas, de malos comentarios, de poca empatía e incluso, frialdad hacia las madres que están a punto de conocer a sus hijos fuera de la barriga. Estoy triste porque verlo, captar tanta ignorancia en cada frame me remueve las entrañas.

Me sorprende que en todo el programa los profesionales hablen de «sacar» y no de «nacer». Me subleva el exceso de luz, el exceso de personas, el exceso de preguntas de comadronas a madres. conectándolas siempre al ahora y aquí, haciendo lo imposible para evitar que se puedan evadir para dilatar en paz… Me rebela la constante pregunta de «¿quieres la epidural?», me cabrean frases como «¡tú tranquila que yo te lo quito!», como si estuviéramos hablando de un estorbo. Me indigna escuchar una comadrona decir a una madre en pleno trabajo de expulsivo: «hazte caca», ¡como si ir de vientre y parir un hijo fuera la misma cosa! Esto es un insulto en toda regla… aparte de que demuestra que la comadrona no tiene ni idea de las diferencias entre empujar en el canal de parto y empujar en el ano. Me indigna el intervencionismo obstétrico constante que se ve en el programa, la falta de información, y sobre todo, la violencia verbal constante con frases como aquella, dirigida a una bebé que no había podido terminar de rotar y la comadrona dice: «¡Que vienes de cara, sinvergüenza!». Lo primero que escucha esta niña es un insulto, una culpa «no lo has hecho bien y has hecho más daño a tu madre»!

Me indignan los «¡No chilles!» dichos a una mujer desesperada de dolor y de miedo, todo a la vez. Me entristece la poca empatía hacia una pareja de 19 años que hacía sólo 1 que habían perdido otro bebé a los cuatro días de nacer. Me choca su ignorancia pero sobre todo, el desprecio latente con que los tratan… Su juventud e ignorancia despierta la ira (inconsciente) de los profesionales que los atienden que estalla con fuerza después del parto, reprendiéndola por «tu poca colaboración» que «habria podido acabar con la vida de ti hija». Si alguien hubiera atinado a atender el miedo, el miedo de aquella chica de 19 años que tenía un duelo no trabajado demasiado reciente, quizás todo habría ido de otra manera. Si esa chica no hubiera estado tan sola, tan triste, tan perdida, quizás habría querido coger su hija en brazos después de nacer… Auguro un fracaso de lactancia y un puerperio aterrador.

Me subleva que echen del paritorio todos los hombres hasta que no ha salido ya la cabeza del bebé. Que separen hombre y mujer en el momento más potente seguramente de su vida y en que se necesitan más. Me cabrea no haber visto ni un piel con piel de todo el programa, ni, evidentemente, ningún bebé mamando justo después de nacer.

Pero lo que me hizo ir a dormir con el corazón encogido, triste y abatida, más allá de ver una vez más la violencia obstétrica con mis propios ojos, fue la naturalidad con que se perpetraba. Y sobre todo… la falta de conciencia.

La seguridad de todos y cada uno de que lo estaban haciendo muy bien, la falta de conciencia de las necesidades de cada mujer y de cada bebé, de cada nueva familia que acababa de nacer… Constatar, una vez más, la infantilización de las mujeres cuando estamos embarazadas y en trabajo de parto. El poco respeto.

Y me dolió… ver como buena parte de esta violencia la inflingen otras mujeres… Mujeres sobre mujeres, acusando, regañando, humillando… Y sobre todo… darme cuenta como la violencia perpetrada sobre nuestro género una generación tras otra ha hecho que poco a poco, fuéramos perdiendo el poder, aquel poder sólo nuestro, de cada madre y de cada mujer. Un poder que nos queda ya tan lejano, que casi hemos olvidado que nos pertenece pero que es fundamental que sepamos que sólo es nuestro y lo más importante: que nadie, nadie, nos lo puede arrebatar.

Buenas matronas y matronos (que los hay), buenos ginecólogos y ginecólogas (que también)… os necesitamos más que nunca. A vosotros, a las buenas prácticas, vuestra empatía, vuestro saber hacer, vuestra conciencia, vuestra tarea y dedicación. No desistáis y esparcid vuestra sabiduría a los chicos y chicas que aprenden viendo como actuáis. No dejéis que unos cuantos y que además, salen en la tele, ensucien todo el trabajo que estáis haciendo.


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Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

26 respuestas

  1. Em sembla molt fort que LaSexta encara no hagi donat cap explicació després de veure la repercussió que això està tenint.
    Ho he vist dos divendres i els dos he acabat plorant i escrivint sobre el tema per poder dormir tranquila. No ho tornaré a veure més però s’ha de seguir denunciant.

    Una abraçada!

    1. No donen cap explicació perquè ells ho troben la mar de normal i maco, tot plegat. Segur que tenen la sensació que desmitifiquen el part, com allò que diu la famosa llevadora «AMOR» i que, de fet, ens fan un favor. No esperis cap disculpa ni explicació perquè no n’hi haurà, ja ho veuràs.

      I mentrestant… moltes continuarem explicant que un altre part és possible!

      Petons

  2. Molt d’acord amb el que dius.
    Servirà el programa per denunciar aquesta actitud i canviar la consicència de la societat? O la majoria de gent veu el que allí passa amb normalitat o bons ulls?
    Malauradament, crec que és això últim. I és que el que veig allí s’assembla bastant al que vaig viure al meu part (i espero no repetir en el segon). I al que moltes dones creuen que és «lo normal».
    Molt fort!! I tens raó que a vegades és fins i tot insultant!

    1. Sí, Onavis…

      En molts casos el que surt al programa és «el pa de cada dia». Per sort, cada vegada hi ha més professionals que treballen fantàsticament bé, que són empàtics i respectuosos… hospitals amb bones pràctiques… però encara no són la majoria, lamentablement.

      Una abraçada

  3. Aix Míriam!
    no volia saber res del programa, pero la Haydee (de delacabezaalospiesbyh) va posar un comentari al seu blog que em va fer picar la curiositat… Aix quin tip de plorar, quants «records» d’aquell dia que ara farà un any… Pensava que estava tot mes o menys superat, que havia estat mala sort, una mala experiencia, o ves a saber…excuses. Encara no he tingut valor de tornar a la «gran Clinica per excel·lencia, expertissima en naixements de Barcelona» que va fer que aquell dia una mica mes i fos el mes trist de tota la meva vida!
    Es penós, i patètic que juguin aixi amb les dones (mes o menys joves, amb mes o menys pors, on queda el dret d’escollir… quei dira que no a l’epidural si et diuen un «si no te la pones ahora y hay problemas te tendre que poner anestesia general y tendremos que correr»… Pero QUE FEU!!!
    M’ha fet venir al cap la frase que em van dir a mi…»PONTE LA EPIDURAL XQ AQUI SE LAPONEN TODAS OYE, YA EN EL SIGLO 21 LAS MUJERES NO TIENEN QUE SUFRIR»! Sufrir? No era patir x mi, van jugar amb la inexperecia, la desinformació i la barreja de por i eufòria que teniem amb el meu marit! Després…el desastre, adormida de coll en avall per no saber col·locar l’epidural tot i les meves advertencies i preguntes…que no em van respondre, un part amb fórceps (sort que no va ser cesàrea, va anr just, la comadrona va proposar-ho, sort que el ginecoleg va dir que no)i molta, molta, moltissima por!
    Veure plorar de por al meu marit a la sala de parts es una cosa que mai se m’oblidara!

    Prou programes d’aquests, si us plau! Com a minim que ensenyin com hauria de ser i no com es! A mi, em fa vergonya!

    Això si, tot va passant!

    Una abraçada!

    1. Hola, Mireia.

      Ja t’ho vaig dir un dia i t’ho torno a dir; em sap molt greu que haguessis de viure una experiència com la que us va tocar travessar. Ni tan sols em puc imaginar com de malament ho deuries passar sense sentir res més que el teu cap, adormida gairebé de cos sencer. Quanta impotència! És curiós com les frases que ens diuen en moments tan vulnerables, es queden gravades a la memòria per sempre…

      Jo confio (sóc de mena optimista) i crec que perseverant nosaltres, les dones, i també els bons professionals, potser algun dia les coses seran molt diferents a com s’estan vivint avui en dia a molts llocs… Tan de bo així sigui.

      Una abraçada

  4. Míriam, llevo dos semanas «en guerra» con Baby Boom, como ya he comentado antes mi parto fue aterrador y absolutamente violento y ver que está tan normalizado que te griten, insulten, amenacen, te ignoren cuando no quieres epidural o cuando pides que no rompan la bolsa… me pone enferma.

    Pero aún más enferma me puso la señora Gemma Nierga cuando leí esto:

    https://www.vertele.com/noticias/gemma-nierga-en-baby-boom-he-descubierto-que-hay-mujeres-muy-cobardes/

    Así que le escribí en su muro de facebook y contestó, vaya que si contestó:

    https://www.facebook.com/permalink.php?story_fbid=355685371145227&id=50693895939

    En fin, que he decidido no ver más Baby Boom, porque no quiero llorar

    feliz fin de semana! ah! y perdona por no comentar tan frecuentemente, Leo y sus 6 meses de actividad, girando, rodando, cogiendo cosas, gorgeando… me tienen liadísima!!!! pero te leo cada día!!!!!!! Mua!

    1. Hola, Haydee!

      No me pidas perdon, sólo faltaría! Sé que estás 😉 Bueno… me he leído lo que has adjuntado y tiene tela… Me molesta que las que defendemos los partos respetados, partos conscientes y con empatía seamos consideradas radicales de alguna secta! Otro detalle que demuestra la poca consciencia que hay en todos estos temas… Hay mucho por hacer. No desistas!

      Besos.

  5. Aceptamos la violencia obstétrica como algo normal. Nos hacen creer que todo eso es normal. Yo supongo que por la revolución hormonal estaba satisfecha con mi parto a pesar de saber que había habido muchas prácticas no recomendadas. Me está costando mucho aceptar que mi parto fue un mal parto, que me ignoraron y me infantilizaron. Yo no he visto el programa pero lo que he leído y me han contado es aterrador y la gente que lo cuenta lo hace con naturalidad.
    Un post estupendo, Míriam.

    1. Hola, Mum Attacks.

      Sí… todo con aquel «aplomo» que da la «normalidad»… De aquí el mal cuerpo que te queda cuando termina el programa. Y de aquí lo necesario que es reclamar un día y otro que otro parto es posible. Que hay buenos profesionales, con empatía, con consciencia… que hay hospitales donde se respetan los partos… Sin duda, los que hemos visto hasta ahora en aquél programa, no.
      Sobre lo que comentas, es muy normal que justo después de parir todo parezca también «normal». Es con la información y a medida que vamos digeriendo todo lo que pasó en nuestro parto cuando vamos viendo si realmente fue o no respectado, si fuimos o no bien tratadas…

      Un abrazo

  6. Me parece muy importante lo que dices al final: que l@s buenas matron@s y l@s bueno@s ginecólog@s no dejen que los ineptos empañen su trabajo. Porque por mucho que nosotras peelemos, sin su apoyo estamos perdidas. Es hora de que ellos y también den un puñetazo sobre la mesa y digan HASTA AQUÍ. Alto y claro. Nosotras tenemos que reclamar nuetros partos, pero ellos también tienen que empezar a intervenir cuando vean a compañeros realizar prácticas desaconsejadas. Sin ellos nunca conseguiremos cambiar esta situación. Un abrazo.

    1. Absolutamente de acuerdo. Necesitamos el apoyo y la fuerza de los buenos profesionales. De otra forma nos será muy y muy difícil… Por suerte, los buenos profesionales existen pero sin duda, necesitamos más.

      Besos.

  7. Ostres Miriam! Nosaltres vam intentar veure’l fa dues setmanes però el Toni va dir que no estava preparat per veure’l i vam canviar el programa…suposo que ho tenim massa aprop i encara ens dol.
    M’encanta que hagis escrit sobre això, a veure si per fí es fa un cop d’efecte en aquest sentit!!
    Tot i que les mares també hi hem de fer, sobretot estant BEN informades!!!.

    Petons i bon capde!!!

    1. Hola, guapa!

      Doncs mira, un consell… no el mireu, estareu més tranquils. Millor anar digerint el vostre part a poc a poc i no a base de veure segons què per la tele que no et fa res més que fer-te entrar ganes d’apagar-la i plorar.

      Una abraçada i bon cap de setmana, també!

  8. Sí, supongo que esta niña de 19 años no recibió ningún tipo de apoyo en ninguno de sus dos embarazos. Supongo que quizás tampoco pasó un duelo normal. Todo ello junto con su pareja tan poco comprensiva, cosa que me removía las entrañas («déjame, quiero dormir que llevo todo el día de arriba abajo» mientras la pobre aguantaba en silencio las contracciones), provocaron esa reacción de rechazo a su propio bebé. LA verdad que no había visto ni oído de nada similar hasta entonces, por eso me impactó tanto porque a mí, con mi segundo hijo, nos separaron las dos primeras horas de vida porque perdí mucha sangre y me llevaron a reanimarme a otra sala y yo sólo ansiaba ver a mi hijo y poder ponérmelo al pecho.Por eso me cuesta pensar que una madre que tiene la opción de verlo, cogerlo, abrazarlo, besarlo, amamantarlo pase así de su bebé recién nacido. Gracias por el artículo que me ayuda a intentar entender su postura!

    1. Hola, guapa.

      Te entiendo, es difícil ver que alguien con la posibilidad de abrazar a su recién nacido, no lo haga. Yo ya conocía algún otro caso y créeme si te digo que es más frecuente de lo que pensamos. A veces tiene mucho que ver la propia experiencia de parto, de cuando nacimos nosotros: después por ejemplo de algo muy traumático y, claro está, no trabajado, pueden pasar cosas así… O en su caso, después de una muerte de otro hijo, bloqueada totalmente por el miedo y la soledad. No podía abrazar a su bebé porque lo que verdaderamente necesitaba es que alguien la abrazara a ella, que la sostuviera… Tanto en ese momento como después de la muerte de su primer hijo. No todo es blanco o negro, hay muchos grises y matices. Nadie hace algo tan antinatural como no acoger a su hijo recién nacido porque sí. Se trata de encontrar el por qué y ayudar a solucionarlo lo antes posibles. Por el bien de su bebé y también por el suyo.

      Besos!!!

  9. Pienso que la actitud de los profesionales que han aparecido en Baby Boom ha sido necesaria para que despertemos ante una realidad que ocurre a diario en los hospitales españoles. Lo que no entiendo es como no se han dado cuenta de lo que estaban emitiendo. Un cumulo de infortunios que pone a estos profesionales en muy mala posición. Nadie revisa las declaraciones? ¿No conocen los productores de un programa de partos que es un parto respetado?
    ¿Salieron contentas las familias que presentaron su vida ante las camaras?
    Muy triste como han tratado a las mamas, el resultado del formato televisivo y el hecho de que profesionales que deberian amparar se dediquen a despotricar y a invadir un momento tan intimo que es el nacimiento de un hijo.
    Saludos

    1. Hola, Michele…

      Pues no sé si los responsables del programa saben o no lo que es un parto respetado… lo que está claro es que aún no se ha visto ninguno. 🙁
      En fin, una pena perder una oportunidad así…

      Gracias por comentar.

  10. Aún no he podido ver el programa y después de todo lo que estoy leyendo no sé si seré capaz. No sé que me pone más triste si que esos supuestos profesionales actúen como actúan, si pensar que eso sea algo generalizado en nuestro sistema de salud o el constatar la incomprensión que sentimos quienes denunciamos esta realidad por gran parte de la sociedad.

    1. Hola, Mousikh.

      Sobre esto último que comentas… es cierto; me entristece denunciar que lo que sale en el programa no son partos respetados y que haya gente que considere que las que estamos equivocadas somos nosotras porque eso es «también lo que me pasó a mi» y… «¿cómo no va a ser respetado?».

      Un abrazo.

  11. Acabo de descubrir tu blog y me encanta!!!

    Yo no he visto el programa y no creo que lo haga. Todavía estoy intentando poner en orden mis sentimientos y el mal trato que recibí en mi parto aunque, la verdad, he leído tantos comentarios al respecto que es como si realmente lo hubiese visto.
    A mi también me produce mucha rabia como mujer y como madre reciente, sobre todo por el hecho de que gran parte de la sociedad considere «normal» parir así. Personalmente me he encontrado con mucha incomprensión, no debo ser la primera a la que le dicen «deberías estar contenta, tu niña está perfectamente» o «las cosas son así, a lo mejor es que tu tenías otras expectativas respecto al parto». Pero en tu interior sientes que no debería ser así, que duele y que te han «robado» una experiencia que debería ser maravillosa y no traumática.
    Buscando algo positivo de este programa supongo que el hecho de que se vea públicamente la precaria situación en la que nos encontramos las mujeres de parto en la mayoría de maternidades españolas de lugar a la reflexión y la voluntad de cambiar las cosas. Al menos, eso espero…

    1. Ojalá, Ojalá sirva de algo, Vanessa…

      Aunque necesitamos que los profesionales, los buenos profesionales también alcen su voz contra esta manera de atender las mujeres y sus partos.

      Un abrazo.

  12. Bravo Miriam! Logras siempre emocionarme, después de leer tanto sobre el tema tu texto me lleva con una frescura apasionada a la boca del estómago. Cuánto despropósito y cuanto dolor y heridas repartidas con total ligereza.
    Un abrazo muy grande!

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