19.9.2012
Ella: ¿Qué tal el día, hoy?
Él: Bueno, como siempre.
Ella: ¿Qué quiere decir, como siempre? ¿qué has hecho, a quién has visto…?
Él: Ay, pues no sé… he hecho como cada día, y he visto las mismas personas del trabajo que cada día…
Ella: Muy bien, pues fin de la conversación.
Él: Hombre, no te pongas así… Es que me haces unas preguntas… Cuéntame tú qué has hecho…
Ella: Pues mira, he estado 9 horas con nuestra hija de 4 meses. Por la mañana ha mamado, hemos teteado, hemos salido a pasear, hemos comprado fruta, hemos venido a casa, hemos vuelto a tetear, la he cambiado varias veces,… por la tarde hemos vuelto a pasear, he comprado un poco de carne, hemos vuelto, hemos teteado otra vez, y cambiar otra vez…. Qué, interesante, ¿verdad?
Él: Pues mira, igual de interesante que lo que he hecho yo!
Ella: Jolín… ¿pero que no lo entiendes que necesito «imputs» del exterior? ¿A quién has visto… si te ha llamado alguien… si hay alguna novedad… si ha pasado algo en el trabajo…! Lo que hago yo es exactamente lo mismo que hago cada santo día desde que dí a luz!
Él: Vale, perdona. ¿Qué tal si volvemos a empezar
Ella: Sí, por favor… ¿Cómo te ha ido el día?
Él: Bueno… Estoy cansado. Por la mañana he hecho tres cuartos de hora de cola para llegar al trabajo, ¡me he puesto histérico! Por cierto, ¿sabes aquel proyecto que nos tenían que dar sí o sí? Pues no nos lo han dado. Cagada… Ahora a ver cómo nos lo hacemos…
Ella: Ostras… y ¿estás preocupado?
Él: No, supongo que los demás que tenemos entremanos acabarán saliendo adelante… a ver… ¿Y tú?
Ella: Pues nada, poca cosa… Hoy me he tumbado con María a hacer la siesta y no ha habido manera de dormirme… ¡me ha dado una rabia! Mira que estoy cansada, y que tengo sueño, pero ¡no hay manera! Me tumbo y nada. No sé por qué, justo cuando puedo dormir, no me entra el sueño, y después, cuando ella ya está bien despierta, entonces tengo la sensación que me viene todo de golpe! Ah, por cierto, ha llamado tu madre, que a ver si vamos el domingo… ¿A ti te apetece?
Él: Sí, ¿por qué no?
Ella: A mí me da palo cuando la quieren coger todos en brazos… Lo paso mal…
Él: Pero ella no se queja…
Ella: En aquel momento no pero ¿te acuerdas de ese día que se la pasaron como si fuese una pelota y por la noche lloró lo que no está escrito? Pues eso, ¡no quiero que vuelva a pasar!
Él: Pues no dejemos que la coja tanta gente…
Ella: Pero me tienes que ayudar, sino, parezco una arisca y no es eso… Es tu familia, díselo tú…
Él: De acuerdo. No te preocupes… Después la llamaré. Mira… ¿has visto cómo duerme? ¡Que guapa es!
Ella: Preciosa. Hoy por la mañana estaba para comérsela… ¡No paraba de reír!
Él: ¡Qué rabia perderme las mañanas! No sabes las ganas que tengo de que sea sábado…
Ella: Es que cuando se despierta está tan guapa, tan simpática…
Él: Escucha… Objetivamente: ¿No crees que es la niña más guapa del mundo?
Ella: Sin duda. Pero esto supongo que lo deben decir todos los padres de sus hij@s.
Él: Seguramente. Pero nosotros lo decimos de verdad y objetivamente: nuestra hija ES la más guapa del mundo.
3 respuestas
Hola Míriam. Sòc Kate, m’agrada molt com escrius. Una gran conversa. M’ha encantat allò de: i si tornem a començar??
Tots debem començar de nou moltes situacions i converses. Així es simplifica tot i ens adonem que les coses poden ser d’una altra manera. ENhorabona pel blog, és genial!
Hola, Kate i Benvinguda!
Sí, a vegades val molt la pena fer taula rasa i tornar a començar. Fer com si ens acabéssim de veure i oblidar l’inici fallit que hem tingut. Perquè sinó el to comença a empitjorar i pot acabar molt malament, enfadats i acabant el dia de la pitjor manera. Millor tornar a començar i posar-hi una mica d’humor. L’adaptació a la «nova vida» no és fàcil a vegades!!! Sort que els nostres fills ens ensenyen el camí moltes vegades…
Una abraçada!!!
Quina conversa! Ojalá haguessim sapigut tornar a començar moltes situacions el pare de la meva filla i jo! Ara ja és tard, pero us felicito per la capacitat! petons!