Neonatos

Neonatos

28.3.2011

Cuando me entero que tal pareja ya ha parido y que, por lo que sea, el hijo está ingresado en la unidad de neonatos, tiemblo. Me sabe muy mal y tiemblo. Porque hay algo aún peor que el parto haya ido medio-mal y que el hijo esté en esta unidad, y es que el hospital dé el alta a la madre a las 24 horas, o 48, o 3 o 4 días, da igual, y el hijo, en cambio, tenga que quedarse allí todavía ingresado un tiempo más. Esto es, simplemente, terrible y muy probablemente, por más que intente ponerme en el lugar de la madre y del hijo no conseguiré nunca entender el dolor que esto les provoca.

Nunca olvidaré un día que por la calle (yo vivo muy cerca de un hospital), me encontré a una madre que conocía que había parido hacía un día y medio. Le acababan de dar el alta. Aún andaba con las piernas medio abiertas porque los puntos de la episiotomía (el corte que muchas veces hacen porque la cabeza del bebé salga más fácil y más rápidamente) le dolían horrores. Tenía los ojos hinchados y rojos y, sólo verme, me dijo «se lo han quedado! Me han dejado marchar y se lo han quedado!«con cara de «¿cómo es posible?«. Aquella expresión de dolor inmenso por salir del hospital con los brazos vacíos, que no podían acunar ningún bebé, la recordaré toda la vida.

Desde aquí confieso que no lo puedo entender. No puedo entender cómo puede ser tan difícil no permitir que una madre esté con su hijo, aunque esté ingresado en neonatos. No puedo entender por qué sólo los dejan estar juntos una hora de cada tres, en la mayoría de centros hospitalarios. No puedo entender cómo, si cuando están la madre o el padre se ve a la legua que el bebé se tranquiliza, no cambian los protocolos en las unidades de neonatos. Sé que hay algunas en las que no son tan estrictos y que fomentan el piel con piel, sin embargo, son una minoría. A veces pienso que me gustaría conocer algún director de hospital para poder ir a tomar un café y que me explicara los motivos de procedimientos que me son imposibles de comprender. Pero algo me dice que en algún momento acabaríamos hablando de «practicidad», de «presupuesto», de «medios», de «dinámicas establecidas que cuestan de cambiar»…

El día que inauguré el blog dije que creía que nuestra sociedad no da ni valor ni importancia a la primera etapa de la infancia. Es, entre otras cosas, por casos como el que acabo de explicar que llego a esta conclusión. Si una sociedad no entiende la importancia del vínculo madre-bebé, estamos bastante perdidos, me temo. Si una sociedad no da importancia al nacimiento y a los efectos que provoca la separación de la madre a un bebé que se siente solo, abandonado, desamparado, y desbordado por las circunstancias, quiere decir que no tenemos ni idea de las capacidades sensoriales de los bebés y que nos importa poco que sientan o dejen de sentir. Y eso me preocupa y mucho.

¿Os imagináis una madre y un padre que tienen que volver a casa sin el bebé después de parir?, ¿Os imagináis las dificultades para establecer la lactancia materna alejando a veces kilómetros a la madre del hospital?, ¿Os imagináis qué puede suponer de desbarajuste emocional para la madre saber que su hijo llorará en la unidad de neonatos y que ni ella ni su compañero no podrán estar ahí para consolarlo porque, simplemente, no les toca la hora de visita? Su cuerpo, hormonalmente removidísimo y preparado para instalar el vínculo, y el bebé lejos, muy lejos… ¿Os imagináis para el hombre, el desconcierto de ver a su mujer absolutamente desmontada y sintiendo también un dolor inmenso por no poder estar con el hijo que tenía tantas ganas de abrazar? Yo, cuando me lo imagino, pongo cara de perplejidad y me pregunto «¿cómo es posible?«.

Las unidades de neonatos son necesarias y salvan vidas de bebés en peligro. Pero ¿no podemos ser un poco más flexibles? ¿No podemos alargar unos días más la estancia de la madre en el hospital para que se pueda pasar todo el día junto a su hijo y darle el pecho si el bebé está suficientemente bien como para succionar y estar con la madre? No podemos tener más horas de visita? No podemos fomentar que estén juntos, en brazos, piel con piel, todo el tiempo? En algunos casos puede que no sea posible pero en la gran mayoría sí lo es. ¿Por qué no los tenemos un poco más en cuenta y atendemos sus necesidades emocionales, también?

El día que me encontré aquella madre, ella lloraba y yo callaba porque estaba de acuerdo con todo lo que me decía y porque no podía decirle nada que la hiciera sentir un poco mejor. Se lo imaginaba solo, intubado y añorándola, y eso no lo podía soportar. La abracé y sólo le supe decir que estaba con ella y que la acompañaba en su dolor. Me costó horas sacarme la tristeza de encima. Antes de ir a la cama deseé que la vida les dé, a los tres, muchas oportunidades de poder ir reparando un comienzo traumático de su nueva familia

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Míriam Tirado

Míriam Tirado

Consultora de crianza consciente y periodista especializada en maternidad, paternidad y crianza. Me dedico a ayudar a madres y padres a conectar con sus hijos/as.

3 comentarios

  1. Míriam,

    Quanta raó que tens amb tot el que dius. Només de llegir el que has escrit se m’han negat els ulls de llàgrimes recordant el naixement de l’Erik i els dies que vam passar a neonats…

    Moltes de les reflexions i preguntes que fas, me les he demanat jo més de mil vegades…No saps la impotència que s’arriba a sentir quan estàs en aquesta situació i per més que vulguis no pots fer res. Tot es protocol de l’hospital i per molt que sàpigues que no li passarà res al bebè si fas el mètode cangur, doncs no et deixen. Et fan sentir una mare irresponsable que per la teva “tonteria de voler estar pell amb pell” poses en risc i en perill la vida del teu fill…I els has de fer cas, que per això han salvat la vida del teu fill…I sembla que amb això ja n’hi ha prou, ja es justifica TOT. I tu, en el fons saps que no es cert, saps que el teu fill estaria millor amb tu, però no pots fer-hi res…I sents aquella ràbia que et menja per dins. No vols separar-te del teu bebè petitó que tant en necessita.

    Per sort, algunes de les infermeres que hi ha a neonats son molt solidaries i encara que et passis més de mitja hora de l’hora que tens establerta, no et diuen res. D’altres que et truquen per telèfon a la teva habitació quan s’ha despertat el teu bebè i té gana i et deixen entrar per a que l’acaronis i li donis el pit, bo i essent l’hora que no toca…Sort que hi ha persones humanes que saben el patiment que tenim les mares i els nadons i fan la vista grossa a segons quines normes…

    Bé, ja no dic res més, perquè em passaria hores parlant d’aquest tema…Ha passat gairebé un any i mig des de que va néixer l’Erik, però cada cop que recordo els dies de neonats i de pensar que va estar sol durant alguns moments del dia quan em podia necessitar, doncs se’m trenca el cor. La única cosa que em reconforta es saber que des de el dia que va sortir de neonats no ens em tornat a separar mai més. Que durant els primers mesos va tenir molt contacte, va estar sempre sobre meu, amb la motxilla cada minut del dia i per les nits dormint també al meu costat….Encara ara hi dorm…

    Per les persones que ens ha tocat viure aquesta experiència, és dur, molt dur!!! Tan debò algun dia aquests protocols dels hospitals canviïn, ens escoltin i siguin més flexibles amb els nadons i les mares..

  2. Uff, no sé si em puc imaginar què pot arribar a ser això, però pel que dius Eva, ha de ser brutal, horrorós, em sap molt greu que haguéssiu de passar-ho, i estic segura que tot aquest contacte que li heu donat a l’Erik després, ha reparat moltíssim la pèrdua d’aquells primers dies…

    No hi podríem fer res?
    Sabeu si s’han emprès iniciatives al respecte a l’hospital de Manresa?
    Potser podríem redactar un manifest i fer recollida de signatures…Alguna cosa que els puguem fer arribar i que els faci saber que hi ha gent sensible amb aquest tema. Coi, en aquest hospital cada vegada són més partidaris d’afavorir el part natural i el respecte per la voluntat de les persones que veiem el procés relacionat amb aquest moment tan important de les nostres vides des d’un altre punt de vista…

    Potser seria un bon moment per fer una proposta que s’assembli a la de l’Hospital de Tarragona, que si no m’equivoco permet el mètode cangur…Començar per l’àmbit local…i qui sap si la cosa s’aniria estenent com una taca d’oli…
    De fet, encara que hi hagi hagut alguna acció, podem fer-la altra vegada, crec que hi ha d’haver molta gent que pensa com nosaltres, incloent personal sanitari…Què en penseu?

  3. Me paso algo parecido con una mama que conozco. Fui al hospital a visitar a los papas de un bb que estaba ingresado y me la encontré en la puerta, sentada en una silla de ruedas, llorando a mares. Su hija se quedaba y ella se iba. Aunque aun yo no era mama, me partió el corazón. Y pensé que debería ser terrible vivir esa situación pero que era por el bien del bebe. Hoy siendo ya mama, con conocimiento de causa, estoy segura que esta situación no es terrible, es catastrófica. El dolor, el vacío, el apego y el vinculo roto…en fin..mil cosas que no se pueden nombrar que se pierden, cuando no debería ser así.
    Y también estoy segura que las razones de dichas separaciones tienen mas que ver con un sistema pensando en su bienestar y orden, por encima de lo que es mejor para madres, hijos y familias.

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